Después de ahogado el niño, a tapar el pozo. Eso pensaría alguien que se acerque a la Central de los Rojos y observe un escuadrón de inútiles inspectores de la Secretaría de Movilidad atentos (y, supuestamente activos) a los movimientos que realizan tres autobuses de la empresa SINTRA que cubren las rutas que corresponden al concesionario Rolando Magaña Guzmán: cuidan horarios y de todos modos, salen con retrasos, toman fotos de los autobuses y en algunos viajes, suben a cubrir las rutas y a pesar de ello, se pierden porque ni los chóferes noveles en la ruta ni los inútiles inspectores conocen el derrotero que deben seguir. Dicho de otro modo, mucho ruido y pocas nueces.
Un amigo muy fiable me dijo que uno de esos inspectores le confió que ellos hacen sólo lo que les ordenan sus superiores, y no tratan de actuar más allá porque algunos de sus compañeros han sido despedidos de esa dependencia, por expresar sus opiniones. Otro amigo reporta que les observó que las corridas de La Caja salían muy retrasadas de la Central y meten ruido a los autobuses que cubren la ruta Colima-Comala y el inspector le confesó que en su Secretaría no conocen los horarios de la ruta Colima-La Caja porque los concesionarios las mueven como quieren y no las registran y entonces, cómo apremiarlos. En suma, para nada sirven los burócratas conservadores, insensibles y veleidosos de la Secretaría de Movilidad y sus acciones, sólo pueden servir para cubrir un expediente, inútil también, por cierto.
Pero los buitres y las hienas se encuentran muy activos azuzando y manejando a los furiosos usuarios de las poblaciones que tocan las rutas servidas por el concesionario del autobús fatalmente siniestrado. El liderazgo ha sido obtenido por Lizbeth Guadalupe Peña Cortez. Pero Comala continúa siendo pequeño y sabemos quiénes somos unos y otros: Esa señora es nuera de un chófer al servicio de otro concesionario que en este trance se ha mantenido muy activo junto con su esposa. El jefe del suegro de la líder ha proporcionado los autobuses para que viajen gratis aquéllos que han ido a gritar a las oficinas de la Secretaría de Movilidad. Han de recordar estos señores, que entre gitanos no se lee la buena ventura.
Y en las movilizaciones se han observado también otros concesionarios, pertenecientes todos, por cierto, a la Cofradía de San Judas Tadeo (santo patrono de las causas difíciles y desesperadas) agrupación que es liderada por ese que ya dijimos que se ha mantenido muy activo. Éste concesionario líder, por cierto, se vio muy activo también durante las movilizaciones en contra del servicio de moto taxis en Comala y amenazó públicamente a los prestadores de ese servicio (un vídeo con las amenazas circuló ampliamente en las redes sociales); al grado que, jugando con su nombre, el pueblo le apodó Violentín, aunque otros dicen que su nombre real es Malentín.
El asunto se ha politizado, o, mejor dicho, lo han politizado y por lo pronto, los buitres y las hienas, sin importarles lucrar con el dolor ajeno, linchan al concesionario de la unidad siniestrada, buscando con ello hacerse de las concesiones que explota. La búsqueda de justicia no se hace, contaminan el caso para condicionar un resultado que satisfaga sus intereses.
El pueblo sospecha, sin embargo, que no es de ese tal Violentín el brazo que mueve la cuna, sino del trasnochado Tiranosaurio Rex, también apodado Arnoldo Ochoa. ¿Usted lo duda? Y contrasta el activismo incendiario de éstos con la inmovilidad de la Secretaría de Movilidad. Y con tanta movilidad e inmovilidad hasta nos hacen recordar la palabra italiana mobile, que significa volátil o inestable (como en esa bellísima aria de la donna e mobile, cual puma al vento…).
La Secretaría de Movilidad debe actuar con cautela y, por supuesto, con estricto apego a la legalidad, sin permitir ser arrastrada por el espectáculo que le han armado los carroñeros. El juntador de estas letras piensa, sin embargo, que no existe la capacidad para hacerlo. Muchas medidas deben tomarse para proteger la vida y la integridad de los pasajeros (y trabajadores) de esa ruta; pero la capacidad de las cabezas de esa dependencia se encuentra cuestionada. A esos puestos se asciende por compromisos y compadrazgos, no por capacidad o por conocimiento del tema. Pero, las consecuencias de tal improvisación son pagadas por otros los del pueblo, y el pago es muy costoso. Y recuerden que son responsables por omisión de actuación y que se puede producir otro accidente, pues éstos son como el Caballo Viejo, no tienen horario ni fecha en el calendario.
La ciudadanía está muy molesta y más lo estará cuando caiga en cuenta que ha sido manipulada para que hienas y buitres cumplan con un objetivo personal, de negocios, mientras que la inútil Secretaría de Movilidad no actuó o lo hizo por consigna. Y la Fiscalía ¿también actuará por consigna?
¿Estaremos en tiempo para que esto se corrija? ¿Y el Ayuntamiento? Cierto que sus atribuciones al respecto son limitadas, pero debería estar defendiendo a los comaltecos; pero, nada ha hecho, como si no existiera. Otro amigo me dijo hoy por la mañana ¿Cómo quieres que don Aldo actúe? Si no ha sido capaz de mandar retirar las vallas que se utilizaron durante las ya lejanas Fiestas Patrias y aún permanecen junto al Jardín Principal, en el arroyo, impidiendo que los autobuses se acerquen a la parada. Y es cierto. Empata con la Secretaría de Movilidad pues, igual que la dependencia estatal, el Ayuntamiento para nada sirve. Es una infausta realidad.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.