… Y LOS VENEROS DE PETRÓLEO, EL DIABLO

En su Suave Patria, Ramón López Velarde, dice a México que, el niño Dios te escrituró un establo, y los veneros de petróleo, el diablo. Y es que el petróleo no ha sabido aprovecharse de manera cabal para detonar el desarrollo del País y en cambio, sobre todo durante los últimos años, se convirtió en una fuente inagotable de recursos y de negocios malditos para las castas que se encontraban al frente del gobierno. El petróleo usado para lo malo, igual que para lo bueno. 

Pocas empresas y pocos recursos como PÉMEX y el petróleo han sido tan sensibles y tan amados por los mexicanos. Cuando en 1938 el presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera después de un largo conflicto laboral y de que las empresas petroleras se negaron a acatar el laudo correspondiente, el pueblo sintió reivindicado con la actitud patriótica del Presidente y acudió masivamente a aportar lo que podía, gallinas o alhajas, para que la expropiación se consumara. 

Y desde entonces, PÉMEX proporcionó muchas satisfacciones a nuestro pueblo. Llegó a aportar, en sus mejores momentos, la mitad del presupuesto de egresos de la Federación y la empresa llegó a recibir tal cantidad de dinero que abrió el apetito insaciable de los gobiernos neoliberales. Allí es donde se encuentra mucha de la corrupción que vivimos y que ahora entendemos mejor, de la mano de Emilio Lozoya, quien narra sus aventuras al frente de la empresa productiva del Estado que intentaron llevar a la quiebra y aunque no lo lograron, la dejaron en ruinas. 

En la columna del lunes último, citamos que hubo algunas investigaciones que documentaron el saqueo, tres de ellas, fundamentales, son de la autoría de Ana Lilia Pérez: Camisas Azules, Manos Negras (Grijalbo, 2010), El Cártel Negro. Cómo el Crímen Organizado se ha Apoderado de Pemex (Grijalbo, 2011), Pemex RIP. Vida y Asesinato de la Principal Empresa Mexicana (Grijalbo, 2017). Lo que la periodista logró averiguar y publicar en estas obras y en un sinnúmero de colaboraciones periodísticas en diferentes medios, nos deja helados. 

La periodista va mucho más lejos que Lozoya, al menos, en lo que hasta ahora ha cantado. Narra que durante el calderonato, tanto el Cártel del Golfo como los Zetas se convirtieron en distribuidores del huachicol de cuello blanco y de cómo se convirtieron al mismo tiempo en grandes contratistas de la empresa. También cita la manera cómo Oderbrecht se infiltró de forma tal, que llegó a influir de manera decisiva en las determinaciones de la empresa y del gobierno mismo, hasta el grado de haber celebrado una de sus reuniones de Consejo en Los Pinos. 

Oderbrecht entonces no fue un testigo que aprovechaba influencias para obtener contratos jugosos de la empresa, sino en parte de las decisiones de la misma. El dinero que entregaba a los políticos de la época no era para obtener contratos sino para mantener esa posición de privilegio que le permitía ser parte de las decisiones. Quizás este sea el verdadero escándalo y mucho de lo narrado hasta ahora por Lozoya sea un simple anecdotario de las andanzas de tal aventurero de la política. Pero aún así, lo acusado resulta de la mayor trascendencia. 

No resultan gratuitas las citas de Lozoya a Salinas, Calderón y Peña que integran una cadena de corrupción. Sin que consideremos honestos a Zedillo o Fox, éstos, un tanto destalentados, no operaron como los otros porque les faltó inteligencia, pero esa casta de los neoliberales que se constituyó al amparo de Salinas, al comienzo bajo el manto protector de De la Madrid y ya plenamente constituida durante el salinato, se encargó de los negocios. 

A Peña también le faltó inteligencia, eso es cierto, pero fue suplido eficientemente por Videgaray, el virrey que supo colocarse al frente del Cártel del Gobierno, pues era el ministro extraordinario y plenipotenciario de Peña. 

Es muy difícil determinar quién fue el peor presidente de México, pero me temo que esa deshonra corresponde a Calderón, porque era más malvado que los otros y probablemente, más ambicioso también. No tuvo límites y el hecho de que, García Luna, su antiguo caballerango lo implicara en negocios con el Cártel de Sinaloa, no era su único involucramiento con el sindicato del cri€men. 

Por eso, su empeño para reconquistar el poder perdido y por eso también, el apoyo de diferentes empresarios, primero a la fallida candidatura independiente de Margarita (no gratuitamente apodada Malvadita) Zavala, y después, para la constitución de México Libre. Muchos de éstos, los más poderosos, igual que Oderbrecht, eran de ese grupo privilegiado de quienes tomaban las decisiones fundamentales del País y aseguraban sus negocios de ese modo. Y por eso también, todo era objeto de comercio, de concesión y de negocio. Se perdieron los límites entre el Estado y el negocio. 

Consecuentemente, para Andrés Manuel resulta prioritario acabar con el amasiato entre el gobierno y el capital. Y para México, también. El apoyo de los textoservidores y algunos otros de los oscuros tentáculos del crimen-poder, tiene la misma explicación. Desean que regrese ese gobierno corrupto para volver a ser sus dueños y poder saquearlo como antes lo hicieron. Eso de que primero los pobres, no es negocio, no es lo suyo. Esto otorga la mayor importancia a los dichos de Lozoya, porque lo hace ante el órgano de procuración de justicia. 

Cuando vemos el coraje, el odio irracional de muchos contra la 4T, y la manera como otros siguen a la mafia del poder y se burlan de los cuatroteístas y del Presidente, tiene la misma explicación. Y si alguien no lo entiende, con mucho gusto, se lo explico otra vez. 

Esas castas están acabadas pero se niegan a terminar de morir. Y muchos de ellos, agazapados, se ubican al interior de la 4T encubiertos. Otros están en los partidos de siempre y no faltan los que van a los nuevos para tratar de sorprender. Quieren regresar y no debemos permitirles que cumplan con su objetivo. La lucha es frontal y están dispuestos a todo con tal de descarrilar a la 4T. Y entonces, la tarea no es fácil. López Obrador conserva su base social, y eso, será la diferencia. 

La mafia tiene extensiones por todas partes y Colima no es una excepción y todos conocemos a sus principales representantes. El principal negocio aquí es el control del puerto y del camino que lo conecta con el centro del País. Eso hay que defenderlo y ahora, nos encontramos en la ruta correcta para contrarrestarlos y lo digo, para que lo tengamos bien claro y evitemos confusiones. 

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana. 

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