Lo bueno de que se hayan cumplido 3 años de la llegada de Nacho a la gubernatura (al menos oficialmente, porque lo veían como tal durante todo el interinato de la elección extraordinaria), es que ya cada vez queda menos de su sexenio. El caso de las fosas con decenas de cadáveres que se encontraron en Santa Rosa, Tecomán, son el retrato fiel que destruye por completo el slogan de la campaña peraltista, “Vas a vivir feliz y seguro”, y la sabiduría popular ha sabido reconocer este tremendo fallo en la gestión peraltista. A 3 años, ese slogan ha sido enterrado para siempre.
A medio sexenio peraltista, Mario Anguiano, el ex gobernador desacreditado, se pasea montado a caballo mientras la gente le pide selfies, algunos lo vitorean y muchos más lo saludan de mano. En el entendido de que MAM representa “otro PRI”, con estas acciones la gestión peraltista sufre tremenda desaprobación por parte de la ciudadanía colimense, claro, sin olvidar la del pasado 01 de julio, cuando el estigma peñanietista-peraltista le dio la más estrepitosa derrota al partido tricolor colimense en toda su historia.
Según un boletín oficial, durante un evento de ayer lunes, Nacho Peralta destacó la “recuperación financiera, reordenación administrativa y transparencia” de sus 3 años, sin dejar de echar culpas a una ya lejana ex administración, bajo el desgastado pretexto de “al inicio no teníamos el soporte indispensable para trabajar y lo logramos”. Para rematar, afirma el gobernador: “en estos tres años hemos buscado la eficiencia”.
La recuperación financiera que se pregona, el orden administrativo y la transparencia parecen un gran mito. Además, Peralta Sánchez, quien fuera alguna vez Secretario de Fomento Económico, ha desperdicio su gestión en este rubro. Domínguez Ahedo (“el secretario golfista”) pasó de noche en este cargo y la encomienda que tiene ahora Walter Oldenbourg es cuesta arriba y a pie, por decir lo menos.
Son múltiples las fallas del presente gobierno. Las obras que realiza son criticadas por la ciudadanía en general, como por ejemplo la parte norte de la Calzada Galván y qué decir de la “remodelación” de la Unidad Deportiva Morelos, “el adefesio de $162 millones de pesos”, o El Limonero de Tecomán.
Una de las fallas más sentidas por la población es el pésimo servicio estatal de salud. Este tema ha sido retomado por varios legisladores locales, y cada vez que se exhiben las fallas, se evidencian horrores de uno de los grandes descuidos de la administración estatal.
Lo que resume el imaginario colectivo de los 3 años del gobierno de Nacho es que, hágase lo que se haga, la gente ya lo tiene tildado de un gobernador que nunca está en Colima. Como lo dijo la diputada Blanca Livier Rodríguez en un programa de radio de este lunes: “creemos que es difícil evaluar a un gobernador ausente”.
Abonando a este estigma, su propia administración el echa más leña al fuego; en el afán de copiar una estrategia lopezobradorista, como el abrir las puertas de Los Pinos a la población, el gobierno peraltista anunció: “Abrió sus puertas la Casa de Gobierno para el programa de visitas guiadas de estudiantes con destacado aprovechamiento escolar; el recorrido inaugural fue encabezado por el gobernador, José Ignacio Peralta Sánchez, acompañado de integrantes del Patronato de Vinculación Social, que incluye historiadores, representantes de organizaciones civiles, fundaciones y cámaras empresariales”.
Acción comunicativa suicida; la gente reafirmó así que Nacho no vive ahí.