Sí. Después de haber nacido como estado federado en 1857, Colima todavía no puede alcanzar su mayoría de edad, pero ya está en edad de merecer y no de continuar simulando como hasta ahora. Pero, es un asunto de democracia. Los poderes no lo quieren entenderlo de ese modo porque se interponen los intereses, los privilegios, la plata, para decirlo más claro. Y porque los de siempre, encaramados en el Ejecutivo, siempre encuentran lacayos en el Legislativo que a cambio de migajas, supongo (porque no me consta), están dispuestos a hacer el trabajo sucio para que aquellos alcancen sus objetivos.
Carlos Monsiváis, ahora tan recordado, alguna vez, escribía que la sociedad (mexicana) estaba en edad de merecer, de ahí la idea del título.
Los traidores son diputados que alcanzaron sus posiciones abanderados por la misma coalición que llevó al triunfo al Presidente López Obrador, pero en vez de abrazar la causa cuatroteísta, han preferido traicionar la causa que debieran acompañar para responder al mandato de los votantes que los llevaron al Congreso, y que es un mandato de cambio y por tanto, para moderar y detener a los de siempre, todavía hoy, y a pesar del rechazo popular, incrustados en el Ejecutivo.
Julio Anguiano Urbina (Distrito X) y Guillermo Toscano Reyes (Distrito VII) son los nombres de los traidores al pueblo y a su supuesta causa, la que prometieron abanderar. No es novedad que hayan entregado sus votos a favor de autorizar (en Comisiones, por lo pronto) al Ejecutivo para que nos endeude con 750 millones de pesos adicionales a los seis mil que suma la deuda estatal ahora y que según Peralta es impagable. Es una actitud repugnante por parte de los diputados. Aunque ya esperábamos sus votos en ese sentido, su decisión no deja de recibirse con coraje por parte del traicionado pueblo. Todo indica que la chicanada cuenta con la autoría de Rogelio Rueda Sánchez, el mismo cuyo hermano fueron a cuidar los policías colimotes muertos en Jalisco, a manos, al parecer, de la delincuencia organizada. Al menos, se le acusa como autor intelectual.
Los morenos obviamente se sienten traicionados por este par de pillos. Y con razón. Y seguramente los podrán echar de la fracción, pero no del Partido, pues dudo que se hayan afiliado. Tendrá que averiguarse la manera en la que obtuvieron sus candidaturas, pues seguramente hasta allá podrá rastrearse el origen de su traición y también se obtendrán datos de los traidores originales y deberán proceder en consecuencia. ¿Se trata de los otros autores intelectuales del desaguisado que ahora comentamos? Aunque ya serían demasiados intelectuales para Colima.
Está deuda es inmoral, lo ha dicho Vladimir Parra y es cierto. Pero es mucho más que eso. Decía arriba el escribidor, es un asunto de democracia. Según las viejas y caducas prácticas, un legislador (o el ocupante de cualquier otro puesto obtenido mediante el voto popular), habría de someterse a una voluntad superior, a la del Gobernador, en el caso de los legisladores locales, porque a él debían el puesto y no al pueblo. Lo sucedido entonces, significa que estos diputados traidores, pudiéramos suponer, creen que deben su postulación y hasta su elección a Peralta y para ellos, el voto popular no existe, ni tampoco contó el efecto López Obrador.
Algo obvio es que el pueblo no aprueba el endeudamiento porque no le cree al gobernador, porque siempre ha sido opaco y mentiroso. Simplemente, el monto de este préstamo, fue creciendo y dice el pueblo que el último incremento, treinta millones de pesos, encarna la suma que se destinará a pagar a los diputados que lo aprueben. Podrá o no ser cierto, pero eso se dice y eso tiene que ver con la fama pública, tanto del Gobernador como de los diputados. Y actuando como lo hacen, violentando los procedimientos legislativos y por tanto, la ley, otorgan la razón a quienes opinan lo asentado. Se trata de un Ejecutivo que se niega por todos los medios a su alcance a rendir cuentas al Legislativo, porque sabe bien que su cola es muy larga (y hedionda, sobre todo).
Estos diputados difícilmente podrán continuar sus carreras políticas, aunque logren ser postulados por el PRI, pero eso no les interesa. El pueblo cobrará a Peralta esta afrenta, y lo hará en las urnas, pero eso no le interesa, de todas maneras, la votación del 21 está decidida y no le favorecerá, eso es seguro. En tales circunstancias, hay que honrar la tradición y este año, toca ser dedicado a Hidalgo. Al menos llevarse eso.
No supieron que era más correcto y sobre todo, más glorioso cobrar el adeudo a Mario Anguiano Moreno y prefirieron convertirse en los niños héroes del endeudamiento. Pero, no cabe duda, el pueblo siempre tiene la razón, cuando afirma que los perros sarnosos siempre se juntan para rascarse. También se negaron a explorar la ruta de la disminución del gasto, eliminando los privilegios y las extravagancias como los viajes y las comilonas cuando se juntan los amigos para conspirar contra el Presidente, como si fueran los niños rebeldes, malcriados, conspirando contra sus padres. Y nosotros financiando esos privilegios, extravagancias, caprichos y berrinches, como si no tuviéramos otras prioridades para el gasto público, sobre todo en tiempos de crisis sanitaria y económica.
¿Qué podemos esperar al finalizar el sexenio? Que Colima no tenga terminado su dichoso C5i, que no tenga concluido el rescate de su histórico Palacio de Gobierno y que se hayan adquirido otros miles de termómetros muy caros y que tampoco veremos los colimenses. Seguro, ninguno de nosotros se sentirá feliz ni seguro; las excepciones serán estos individuos que ahora se burlan de todos nosotros. Seguramente no saben que el que ríe al último, ríe mejor.
Nada podrán hacer por conquistar otra vez la simpatía y la aceptación de los colimenses. Aunque monten sus caballitos para ir a las cabalgatas de la Villa, repartiendo cervezas a diestra y siniestra. Hace muchos años se decía en Colima que si se quería saber si alguien era colimote, se le propinara un golpe y si devolvía dos, era de estas tierras. Los bien nacidos, todavía somos así. Al tiempo.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.