DE LA LÍNEA AL ODIO

En 2018 –considera Alejandro Páez Varela– se le dio a la prensa mexicana la oportunidad de transitar con dignidad del oficialismo a la resistencia. Es muy digno que hayan decidido empezar a hacer periodismo crítico, pero eso no es nuevo: un puñado de medios estuvo en su momento resistiendo a Peña, a Calderón o a Fox. El resto estaba alineado.
Aunque él mismo se sigue sintiendo parte de esa resistencia, entiende que con el cambio de régimen la prensa masiva tuvo la oportunidad de dar un brinco hacia algo más digno: ser efectivamente y por primera vez un opositor serio. Pero no lo hizo con dignidad, lo que esa prensa hizo fue volverse oposición por las malas, comprando la agenda de odio, mentiras o fake news, en lugar de convertirse en una oposición legítima.
Páez Varela pone como ejemplo una cabeza de Reforma que habría sido impensable antes. En la reseña de una manañera, ese diario tituló: ‘No suelta AMLO a Anaya’.
“Ya no está en manos de periodistas ese medio. Yo trabajé ahí, sé de lo que estoy hablando. Aunque dudo mucho que estuviera en su momento en las mejores manos tan sólo al ver lo que hace ahora uno de los ex directores, convertido en uno de los principales odiadores de López Obrador. El tránsito fue muy difícil y lo está siendo todavía más”, plantea el conductor, junto a Álvaro Delgado, de Los Periodistas en Sin Embargo al Aire.
 
OPORTUNIDAD DESPERDICIADA

Invitado de la emisión del 27 de agosto de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=8obVWQTpcqE), el actor, músico y periodista Fernando Rivera Calderón concuerda:
“Esa oportunidad que tuvieron las grandes empresas mediáticas de México, la desperdiciaron. Dejaron ir el balón porque, definitivamente, pedían el cambio a gritos pero no están dispuestos a jugar limpio ni a hacer el trabajo que hemos hecho muchos: crear medios independientes.
“Cuando salimos del diario el equipo de Ignacio Rodríguez Reyna que hacíamos la Revista de El Universal, porque el director del periódico nos cambió dos veces la portada cuando ya estaba en imprenta, fue un momento muy difícil en el que no todos los compañeros fuimos solidarios ni jalamos parejo.
“No todos estaban dispuestos a enfrentar la creación de un medio independiente como fue MX. Cuando logramos convocar a los lectores y conseguimos armar el proyecto, el gobierno no nos quería dar el permiso para poder recibir publicidad oficial. Lo retuvieron más de un año, tiempo en el que todos nos endeudamos y hasta vendimos bienes. Había un total bloqueo a los medios independientes.
“Y mientras eso nos ocurría a nosotros, recibían subsidios millonarios los compañeros de otras publicaciones que hoy son muy críticas. Revistas que se asumen como defensoras del liberalismo, aunque todas bloquean las respuestas del público en sus redes sociales para que no les mienten la madre. Las oficinas de gobierno compraban todos los ejemplares de esas pinches revistas, y sus reporteros jamás se la partieron intentando hacer rentable un proyecto independiente.
“Los viejos medios no quieren jugar el juego de la independencia. Quieren seguir teniendo periodistas que ganan cantidades risibles por su trabajo, aunque tampoco tiene por qué ser un trabajo pagado tan bien como ganan los grandes directores o conductores, meros lectores de promter, de la televisión.
“Los medios informativos no quieren jugar a eso, quieren seguir teniendo esa vida palaciega que antes tenían, donde el coordinador de comunicación social de la presidencia los llevaba al restorán Aud Pied de Cochon, y pagaba la cuenta que incluía la botella del vino más caro. Obviamente, esos periodistas no van a ir con Jesús Ramírez a una fonda. No están dispuestos a dejar ese espíritu palaciego que tuvieron siempre, ni a renunciar a viajar en primera clase y a ser tratados como algo que no son. Porque esos lujos no están en el perfil de un periodista real, no imagino a Riszard Kapuscinski en el Aud Pied de Cochon echándose una botella de un vinazo con un secretario de Estado”, resume Rivera Calderón.
 
VAN POR LA REVANCHA

Este sexenio va a terminar, tan pronto como septiembre de 2024, nos recuerda Álvaro Delgado. “El presidente López Obrador dice que se va a ir a La Chingada, su rancho en Palenque, Chiapas, y no sabemos quién va a quedar. Esos periodistas y medios, en el fondo, siguen portándose igual y le siguen sirviendo a los mismos, nada más que ahora están en la oposición. Se la tienen bien guardada a López Obrador y, eventualmente, van a buscar acomodarse con el que llegue: sea del grupo que hoy encabeza Claudio X. González o, incluso, del mismo partido del presidente siempre y cuando sea alguien más funcional y ceda, es decir, que sea más blandito con esos que desde ahora pueden ser sus aliados en un proyecto presidencial”, expone el autor de reportajes en libro como El Yunque, la ultraderecha en México (2006) o El amasiato: el pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (2016).
A Fernando Rivera Calderón eso le preocupa “porque sí ha habido un avance interesante en términos de medios y de apertura de los medios informativos, por lo menos de acceso a diferentes puntos de vista, cosa que antes no sucedía”.
“Obviamente todos estos periodistas y empresarios de los medios que se sienten despojados de algo que les pertenecía casi por herencia, más que nada por permanencia, por calentar la silla durante tanto tiempo, buscarán regresar y recuperar esos espacios y el rating que les quitamos. Puede que conserven espacio en pantalla, pero la gente ya no los ve porque ahora tenemos opciones donde, la verdad, uno se siente más cómodo.
“Pero sí percibo que están a la expectativa. Incluso, continuando el proyecto de Morena hay un riesgo de alianzas que permitan que regrese este periodismo y este amasiato del poder político con el poder mediático, cuando uno de los grandes logros de este gobierno es haber separado al Estado de los medios privados, y haber dejado de alimentar con mucho dinero a columnistas y a dueños de medios.
“Ese revanchismo que hay en los medios lo percibo, y preocupantemente, en otros terrenos. Recuerdo un artículo de Francisco Martín Moreno hace un año, donde llamaba a quemar en el Zócalo a todos los que habían traicionado a la patria votando por Morena. Y en Twitter es recurrente que alguien pida hacer una lista negra con todos los artistas que traicionaron a la nación votando por Morena. ¡No los vamos a olvidar y aquí los estamos esperando!, nos dicen.
“Ese deseo de revancha es tan extraño como si los que votamos por Morena en el 18 quisiéramos hacer una lista negra de todos los que votaron por el PRI o el PAN en elecciones anteriores. En primera, sería un desperdicio de tiempo y de tinta porque no acabaríamos. El reclamo no se les está haciendo a ellos sino, finalmente, a quienes fueron gobernantes.
“Hay un señalamiento y un deseo de venganza. Claro, como ahora tienes tu programa te aprovechas, pero ya verás cuando no esté Morena, se te cerrarán todas las puertas –me advierten. Pero lo que uno hace es un trabajo, el mismo que había venido haciendo desde muchas décadas antes que llegara este régimen.
“Hay todo un grupo de periodistas y de medios que están esperando un momento de debilidad. Es muy clara la dura postura de esos medios que vivían del gobierno y ahora no saben qué hacer. Ya olvidaron cómo reportear, cómo hacer periodismo de investigación. Han llenado sus redacciones de becarios que luego confunden a Mauricio Toledo con Francisco Toledo. Aunque, bueno, creo que no fue un becario sino la propia Adela Micha en uno de los momentos estelares de las redes”, dice Rivera Calderón en alusión al tuit en el que la ex conductora de Televisa ilustró un comentario sobre el desaforado diputado del PT, Mauricio, con una foto del extinto artista gráfico oaxaqueño Francisco, a lo que Micha sólo atinó a disculparse en una de sus transmisiones de La Saga, diciendo: “la cagamos”.

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