La compra de un condominio con valor de 27 millones 133 mil pesos por parte del gobernador José Ignacio Peralta Sánchez durante 2018, es la más reciente papa caliente con la que tendrá que lidiar el Ejecutivo estatal, pues evidencia un “gobierno rico, pueblo pobre”.
Al haberse evidenciado en su declaración patrimonial que el mandatario colimense entregó a la Contraloría General del Gobierno del Estado, se constata que el “depa fifí” no estaba entre propiedades durante 2016 y 2017, sumándose al condominio que JIPS adquirió al inicio de su administración, de un valor de $7 millones 050 mil pesos.
Varios medios locales y medios nacionales como La Jornada y Proceso han reportado este significativo aumento en el patrimonio del Ejecutivo estatal.
Proceso, mediante Pedro Zamora, detalló que “el mandatario posee bienes muebles, inmuebles y cuentas bancarias por un total de 41 millones 955 mil 836 pesos, con deudas por 12 millones 084 mil 047 pesos, por concepto de dos créditos hipotecarios, o sea, un patrimonio neto de 29 millones 871 mil 789 pesos”.
Mientras que La Jornada, a través de Juan Carlos Flores, refirió que “en dos años de gobierno y en medio de una política de austeridad oficial, la fortuna del gobernador de Colima, el priista Ignacio Peralta Sánchez aumentó casi al triple al pasar de 15.7 millones de pesos en 2016 a 41.9 millones en 2018, básicamente en bienes que incluyen un condominio valuado en 27 millones de pesos, de acuerdo con su más reciente declaración patrimonial”.
Y es que nada más en diciembre pasado, 500 trabajadores fueron despedidos de una administración estatal que arrastra adeudos de casi 3 mil 500 millones de pesos, y que en ese momento era incapaz de pagar siquiera los aguinaldos; dadas las cifras, habría que corregir, ¿es éste un gobierno pobre con gobernador rico?