En México, como en su momento ocurrió en Bolivia, “el anarco-feminismo ha logrado deslegitimizar al movimiento feminista de clase media”, dijo Valeria Silva Guzmán quien aseguró, además, que esa vertiente tiene “financiamiento extranjero”.
Quien fuera diputada nacional del MAS (el partido de Evo Morales) y ahora es uno más de los refugiados bolivianos en nuestro país tras la embestida derechista que impuso en el suyo un gobierno de facto, participó en el foro ‘La agenda feminista en la 4T y América Latina’ junto a la senadora Citlalli Hernández, la diputada federal Rosa María Bayardo y la legisladora local Ana Karen Hernández.
En el evento celebrado el viernes 6 de marzo de 2020 en el Museo Xoloitzcuintle, Valeria Silva señaló que, curiosamente, ese movimiento anarquista que socavó al feminismo boliviano logró tomar las calles de La Paz pese a los logros en materia de igualdad para el acceso a la tierra, la educación y la participación política de las mujeres.
Las anarco-feministas “le echaban palo” a Evo Morales, alegando que no era un feminista convencido, pero no levantaron la voz para protestar contra el virtual golpe de Estado. Por supuesto, esas mismas “plataformas de financiamiento extranjero felicitaron a la mujer que es ahora la presidente de facto de Bolivia”, Jeanine Áñez.
PARIDAD BIOLOGICISTA
El foro se desarrolló en un auditorio con regular asistencia de mujeres, donde llegamos a estar en su mejor momento apenas una decena de varones, de los cuales más de la mitad pertenecían al grupo organizador.
Al ingreso repartieron pañuelos verdes y previo a las ponencias hubo teatro en atril, con la lectura del fragmento de una obra didáctica sobre la violencia contra las mujeres. Pese a la queja de las panelistas, nadie pudo hacer que le bajaran a la música con la que amenizan las clases de zumba impartidas cada tarde en las canchas de la Piedra Lisa.
Por la densidad de los conceptos, en esta primera entrega resumiremos la ponencia de la ex congresista boliviana y, en una segunda columna, reseñaremos lo que dijeron las parlamentarias de Morena.
Al final, tras escuchar una ronda de preguntas que acabaron siendo pequeñas ponencias cada una (el foro programado para las 18 horas, comenzó 30 minutos después y terminó después de las 9 de la noche), Valeria Silva matizó los logros del movimiento feminista en México:
Introducir la cuota de género a los órganos representativos y de gobierno, por ejemplo, no refiere al feminismo ni a la igualdad. “Si no la politizamos, se va a convertir en una cuota biologicista” pues hay mujeres en los congresos y en el gobierno que “reproducen la estructura patriarcal”.
En ese sentido, la tarea de las organizaciones políticas es crear conciencia. La problemática por la falta de perspectiva de género “no se corrige con una norma, es una tarea al interior del partido”. Tiene que ver con “la lógica de decisiones”, a quién se postula a un cargo de elección, y “con la posibilidad de exigir que esas estructuras de decisión partidista tengan formación en igualdad”.
“Lo que miro en Morena es que la mayoría de las mujeres con cargo visible no son feministas. Las feministas están en las bases o tras bambalinas”, señaló la activista boliviana.
VIOLENCIA VS LIBERACIÓN
En el MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo-Instrumento Político de Soberanía de los Pueblos) fueron las mujeres del movimiento campesino quienes observaron que las mujeres del Poder Ejecutivo “casi siempre venían de lugares por fuera de la militancia”. Eran buenas burócratas o administrativas, pero no les importaba la base social, expuso Valeria Silva.
Si Morena tiene nueva conducción, la militancia tiene que exigir a sus autoridades legislativas y de gobierno que “participen en los espacios de formación. No pueden estar lejos de la militancia. En Bolivia lo estuvieron y, cuando intentaron acercarse a las bases, fue demasiado tarde porque el descontento avanzó. Todo movimiento triunfante, cuando es gobierno, “va bajando en popularidad porque el poder cansa”.
Silva Guzmán llamó a las feministas de Morena a entender que “los procesos de transformación material no traen consigo procesos de concientización”. Y admitió que “casi siempre los feminicidios están asociados con un esfuerzo de liberación por parte de las mujeres. Entre más nos liberamos, más cruda es la violencia”.
¿AMLO NO ES FEMINISTA?
Para Valeria, resaltar la participación política de las mujeres debe tener contenidos de liberación de los pobres y de las víctimas de los otros sistemas de opresión. Ya no basta con resaltar la paridad biologicista [mitad hombres y mitad mujeres].
Y en cuanto a la identificación de López Obrador con el movimiento feminista que tanto ha sido cuestionado por los medios, la ex parlamentaria recordó que Evo Morales no fue un presidente feminista pero entendía cómo funcionaban las estructuras de dominación y saqueo, así como las estructuras criminales. Evo “entendió que las desigualdades entre hombres y mujeres, son parte de un sistema de desigualdades”.
A las feministas, enfatizó, “nos van a cobrar en la calle que Andrés Manuel no sea feminista. Y no tiene que serlo, de lo que se trata es que acompañe la lucha. Entendámoslo como un hombre de su tiempo”.
Insistió en que las transformaciones feministas sólo se dan en el marco de transformaciones sociales más profundas, con las cuales se reviertan las condiciones históricas que generaron la desigualdad.
“Escrachar a López Obrador porque no es un teórico del feminismo, es atentar contra la transformación”, dijo en referencia al ‘escrache’, esas manifestaciones para golpear a una persona haciéndola ver mal ante los demás. “Peña Nieto no era feminista y, sin embargo, nos heredó la paridad en el Congreso de la Unión”.
ANTIPATRIARCALISMO
Valeria Silva reconoce que su estancia en México no es voluntaria, “pero la causas justas no tienen fronteras. Y no nos queda más que ponernos al servicio de estas, porque las desigualdad y la injusticia tampoco tienen fronteras”.
MAS, la fuerza por la que fue diputada nacional, “no es un partido tradicional sino que respondió al nuevo contexto político que se estableció en Bolivia cuando los viejos partidos entraron en crisis.
“También en México se vive una crisis de los partidos. Incluso en Colima se ha sentido la crisis en Morena, que se ve en los medios y se vive hasta en pugnas institucionales.
“Presiento que Morena –dijo entendiendo que estaba en un espacio partidario– comparte con el Movimiento al Socialismo la necesidad de reactivar un sistema de partidos que representaban al sistema liberal y que buscaban llevarse los beneficios hacia pocas manos”.
El MAS-IPSP tienen un sector femenil que se organiza en términos de igualdad, feminismo y despatriarcalización. Pero lo cierto es que las estructuras politico-partidarias en las que militan las mujeres de izquierda, no han conseguido actualizarse en los debates progresistas atravesados por la economía y la política.
“En Bolivia, las mujeres nos organizamos en términos de despatriarcalización porque los grupos campesinos y sindicalistas estaban en contra del feminismo que, asumían, era financiado con propósitos antisoberanistas.
“Las mujeres que siembran coca no se pueden definir feministas cuando las persigue la DEA. Ellas estaban más preocupadas por defender la soberanía nacional”.
ALIARSE CON LOS HOMBRES
La derecha quiere obviar que la conmemoración del 8 de marzo tiene un origen bolchevique (al igual que el 1º de mayo y por eso no lo celebran en Estados Unidos). Se estableció el día internacional para protestar contra una serie de masacres a mujeres en distintas latitudes.
Sin embargo, ahora las luchas por la igualdad entre hombres y mujeres son los pulmones de la discusión política, les permiten respirar a las viejas estructuras políticas. Aun cuando las feministas de Morena sí están luchando contra los feminicidios y la violencia contra las mujeres.
En todo caso, la pregunta es si las mujeres de Morena se habrían organizado si López Obrador no hubiera enunciado su decálogo y no se hubieran cometido recientemente feminicidios tan espeluznantes.
“Si las mujeres se organizan en masa, la estructura de Morena va a cambiar. Apuesto por la organización pero mi recomendación es que asuman que la dirigencia de Morena es popular y ha tenido una formación tradicional. De la misma manera, el feminismo como bandera no va a agrupar a las mujeres desde bajo. En cambio, temas como el derecho a la vivienda y la alimentación o la lucha contra el dominio patriarcal, sí”.
Para Valeria Silva, el feminismo requiere de aliados: los hombres. “Me hubiera gustado que hubiera presentes más cuadros masculinos en el foro. Quizá les dio miedo que les gritaran: ¡fuera! Necesitamos hombres que pueden romper el cerco que nos han puesto las estructuras políticas patriarcales”.
SEGUNDA PARTE…
MOMENTO DE LAS MUJERES
“Venimos de una lucha propia, todas nos hemos sentido vulneradas, acosadas por los piropos y amenazada por la inseguridad. El camino hacia la igualdad es en general difícil, lleno de machismo y de abuso. Pero esa conciencia nos conducirá en la lucha”, dijo la diputada federal por el segundo distrito del estado de Colima, Rosa María Bayardo Cabrera.
Para la empresaria manzanillense, los logros en materia de derechos de la mujer alcanzados por Morena en San Lázaro son resultado de los años de lucha que han sostenido los colectivos feministas, reclamos que desembocaron en la agenda de un partido que en sus estatutos tiene principios feministas.
“Gracias a esos movimientos feministas, estamos en los cargos” de elección popular muchas mujeres. Y “agradecemos” ese apoyo “construyendo una agenda legislativa” a favor de las mujeres.
“Tenemos los espacios y las condiciones para trabajar por la causa, cuando antes remábamos contra la corriente”. Y precisó que “este movimiento [lopezobradorista] no fue por el hartazgo de la gente, fue por la esperanza. Y esa se construye”.
Al participar en el foro ‘La agenda feminista en la 4T y América Latina’, junto a la ex diputada nacional de Bolivia, Valeria Silva, y sus compañeras legisladoras de Morena, la senadora Citlalli Hernández y la congresista local Ana Karen Hernández, Rosi Bayardo pidió aprovechar este momento histórico que estamos viviendo:
Hay 241 mujeres en la Cámara de Diputados, el 48% de la Legislatura. En San Lázaro, “la mayoría somos de Morena y somos mujeres. Eso nos ayuda a construir una plataforma”.
PERSPECTIVA DE GÉNERO
Con esa ventaja numérica, las diputadas federales “hicimos obligatoria la perspectiva de género en la educación, para que las próximas generaciones de fiscales y jueces no carezcan de ella”, dijo Rosi Bayardo.
Además, establecieron “la educación sexual desde preescolar, para empoderar a las niñas mediante el conocimiento de su cuerpo”.
Mencionó que ya hay prisión preventiva oficiosa para los presuntos feminicidas. Se abolió el matrimonio de adolescentes para evitar la venta de niñas. Y se reforma la ley orgánica de la Administración Pública federal para hacer irreversibles los programas sociales orientados al bienestar.
Para Bayardo, “no se puede atacar al presidente López Obrador diciendo que no es feminista, cuando la mayoría de los beneficiados de esos programas son mujeres, con las tandas para el bienestar y otros apoyos a las jefas de familia que ayudan a reducir su vulnerabilidad”.
La actual Legislatura federal sacó una ley de igualdad, otra por una sociedad libre de violencia y reformas a la ley de los trabajadores del Estado. Son cambios en la normatividad dentro de una agenda de género, resumió Bayardo.
Por supuesto hay muchos pendientes, reconoció. El gobierno de México se comprometió de manera prioritaria a atender la problemática de los feminicidios. Pero la paridad en los cargos públicos ya es una realidad.
Por otro lado, la Guardia Nacional creó células especializadas en protección de las mujeres, formadas por cadetes expertas en igualdad y derechos humanos. Mientras que los hombres que se preparan para incorporarse a esa fuerza civil, se forman también con perspectiva de género y de los derechos humanos, ilustró la diputada federal.
DERECHO A DECIDIR
El gran reto parlamentario es el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, alertó Rosi Bayardo. Hay que introducirlo al artículo 4º Constitucional para que sea reconocido como un elemento más del libre desarrollo de la personalidad.
Sobre el aborto hay un gran debate, pero la sociedad civil debe presionar. Y se debe aprovechar la mayoría de mujeres en las cámaras del Congreso de la Unión para lograr su despenalización.
Bayardo comentó que, como es natural, los integrantes de la Comisión de Igualdad en la Cámara de Diputados son todas mujeres, porque “ningún hombre se registró”. Pero cuando se discutió la Ley General de Salud entonces sí entraron hombres a reclamar “por qué decidíamos sin ellos”.
Para la congresista de la Unión, el camino ya no conduce a lograr la igualdad o la paridad; ahora hay que lograr la libertad “para ejercer el cargo que tenemos”, porque es el colmo que haya acoso sexual contra las diputadas federales y las empleadas del Poder Legislativo.
En síntesis, “ya tenemos cargos, leyes, herramientas y convenios, pero sigue habiendo mujeres maltratadas, abusadas y asesinadas”, deploró Rosi Bayardo.
REVOLUCIÓN DE CONCIENCIAS
Luego de la participación de Valeria Silva que ya reseñamos en una columna anterior, habló en el foro la senadora Citlalli Hernández Mora, activista social y fundadora de Morena.
La parlamentaria señaló que, en la ola feminista que estamos viendo, se juntan distintas corrientes. Pero antes quiso ubicar la lucha de las mujeres en el Movimiento de Regeneración Nacional.
Para Citlalli, llevar a López Obrador a la Presidencia fue una lucha de años. “La derecha es tan perversa que es capaz de detener los procesos de transformación por la mala, y sólo la organización social nos va a permitir defender algo por lo que luchamos desde hace generaciones”.
En el marco de la crisis que ha vivido Morena por el tema de los feminicidios y las protestas contra el gobierno de la 4T, “se nos olvida para qué fundamos el partido”.
En ese sentido, los morenistas querían llegar al poder para establecer un proyecto alternativo de nación; buscaban hacer una revolución de las conciencias, como herramienta de cambio en las instituciones y en la sociedad civil, además de hacer contrapeso a la manipulación mediática; y querían tomar el gobierno para modificar el modo de hacer política.
La senadora celebró que, en esta conmemoración del día internacional de la mujer, México esté mirando a América Latina, de la cual se alejó durante los años del neoliberalismo por estar tan cerca de Estados Unidos.
Con Latinoamérica “tenemos historia común y adversarios comunes. Son los mismos poderes los que nos saquearon y han roto el tejido social para explotar nuestros recursos naturales, colonizarnos y desindigenizarnos o desnegrizarnos”.
Respecto al momento político, Citlalli Hernández reconoció que “estamos enfrentando resistencias de quienes tenían el poder (empresarios, trasnacionales, medios de comunicación y hasta del crimen organizado)”. La 4T está bajo ataque y debe seguir luchando por el poder.
En ese sentido, “hay un grupo feminista que está sacando el rencor. La derecha trata de manipular el enojo al decirnos que los feminicidios comenzaron hace dos años, y critican a AMLO porque dice que la culpa es el neoliberalismo. Pero esa es la verdad. Ese modelo está hecho para oprimir y excluir, es un sistema patriarcal de hombres para hombres y se basa en la exclusión”.
OPORTUNISMO Y JUSTICIA
Las demandas oportunistas se hermanan con las luchas de años. Son mujeres las que cuestionan y se asumen feministas, pero “hay una manipulación mediática que trata de confrontar a la 4T con el feminismo”, advirtió Hernández.
“Nuestra responsabilidad es evitar que fuerzas que no quieren soltar el poder quieran usar la lucha feminista para deslegitimar al gobierno.
“El Presidente necesita un movimiento organizado que siga explicando y concientizando en las calles, que le haga contrapeso a las mentiras. Pero también necesitamos ser un puente con ese sector feminista de elite, académico, que está en manos de unas cuantas personas.
“Hoy tenemos un movimiento de muchas mujeres que salen a las calles para decir que no quieren más violencia de género ni feminicidios, agravados por la impunidad, y esa demanda tiene que tener respuestas. Como Olga Sánchez Cordero dijo: la demanda no es contra este gobierno, sino contra las estructuras patriarcales arraigadas”.
Para Citlalli Hernández, “las luchas feministas nos hicieron avanzar en derechos políticos, sociales y civiles, pero todavía permanecen las estructuras patriarcales. Para transformarlas, primero hay que entender qué es el feminismo”.
Hay quienes “pretenden diluir la radicalidad del feminismo. Decir que se puede ser feminista y no estar por el derecho de la mujeres a decidir sobre su cuerpo, es una contradicción”.
Que no se olvide, “el feminismo tiene muchas más coincidencias con el movimiento progresista que con el conservador. Y puede obtener mejores soluciones de un gobierno de izquierda, que de la derecha”.
En pocas palabras, “tenemos que mostrar que el feminismo no es sólo un movimiento que vandaliza. Tenemos que demostrar que se puede ser feminista y obradorista. Y debemos evidenciar que el feminismo está con las mujeres más vulnerables: aquella que además de ser mujer, es indígena y tiene una discapacidad. La política de bienestar de la 4T está atendiendo a los sectores más vulnerables de la sociedad”.
Finalmente, la también periodista y fotógrafa señaló que, “un movimiento transformador como el feminismo, debe adaptar el compromiso por el bien de todos: primero las pobres. Los feminicidios están dirigidos muchas veces contra mujeres pobres, que son doblemente víctimas: del machismo y de la desigualdad económica”.
Como feministas, concluyó Citlalli Hernández, “debemos transformar la vida pública, en sus aspectos económicos, sociales y culturales”.
HABRÁ TERCERA PARTE
Finalmente intervino la diputada local Ana Karen Hernández Aceves. Mas, para no minimizar su exposición abordaremos en una tercera entrega el desglose que hizo la representante del distrito 11 de los logros de la actual Legislatura en materia de género.
TERCERA PARTE…
MARCHA CON SESGO
Es cierto, algunos de los factores del aparente incremento en los casos de violencia de género y homicidios de mujeres, incluidos los tipificados como feminicidios, son:
- la descomposición social agravada por el neoliberalismo;
- la cultura patriarcal y la reacción machista contra los procesos de liberación de las mujeres en todos los ámbitos;
- el conservadurismo innato del poder judicial y la carencia de perspectiva de género en los elementos policiacos y funcionarios ministeriales.
Pero esta situación no empezó a presentarse a partir de 2018 ni alcanzó necesariamente su pico histórico el año pasado, aunque es claro que ahora sí se lleva un registro de los casos.
Por lo demás, es verdad que hay un hartazgo de la población, especialmente de la femenina. Como también es evidente que la ira ha sido caldeada por una campaña mediática y en redes sociales basada en una estrategia de posverdad, con la que se apela a las emociones y no a la razón.
Es urgente establecer protocolos de prevención, manuales para la atención de casos de violencia de género y para juzgarlos, así como mecanismos para la reparación del daño a las víctimas. Pero por encima de eso se quiso introducir un sesgo al movimiento, nada menos que para demandar la renuncia de López Obrador.
Se habla de las primeras fases de un golpe blando (difundir fake news y ‘calentar’ las calles) para derribar al gobierno de la 4T, pero el propósito es electoral: incidir en los comicios intermedios de 2021 y en la sucesión presidencial de 2024.
LAS MUERTAS DE JUÁREZ
Es difícil distinguir, en una marcha masiva como la de este domingo en la Ciudad de México, a las mujeres que legítimamente reclamaban “ni una menos” (esto es, ni una muerta más) de las que fueron ahí a reventar la protesta con un perverso doble objetivo:
Por un lado, desvirtuar la causa con actos de vandalismo que les acarreen descrédito a las manifestantes pacíficas y, por otro, provocar una represión policial contra las activistas más violentas que habría derivado en un escándalo internacional.
El enojo es real, azuzado pero real, aunque me hubiera gustado que el hartazgo femenino llegara antes. Por ejemplo, durante los oscuros años en que la frontera entre Chihuahua y Texas se convirtió en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser mujer.
Las muertas de Juárez motivaron libros, documentales, series de televisión y al menos tres ficciones cinematográficas (dos de ellas producciones estadounidenses) sin que jamás se conociera el origen de los feminicidios.
En su libro No logo: el poder de las marcas (Paidós, 2002), la altermundista canadiense Naomi Klein dio algunas explicaciones a esa problemática, entre ellas la posibilidad de actos de terrorismo para desmotivar la organización sindical de las trabajadoras en las maquiladoras.
Sin embargo, la imaginación colectiva concibió otras explicaciones posibles: la existencia de sacrificios satánicos, crímenes de odio por racismo y misoginia, un turismo sexual de corte sádico o el mero fruto de la impunidad que gozan los grupos delincuenciales.
Me habría gustado ver el enojo feminista aflorar durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto, cuando se dio en la zona industrial del estado de México un fenómeno similar al de Ciudad Juárez.
Fue en ese sexenio cuando se cometió en el Edomex uno de los infanticidios más atroces que se recuerden: el de la pequeña Paulette Gebara, cuyas circunstancias fueron embarulladas por el procurador Bazbaz, al grado de resultar en una versión tan inverosímil como que la muerte fue por causa natural o que el cuerpo de la niña estuvo una semana en un hueco entre la cama y la pared, sin que lo vieran los peritos.
ALERTA DE GÉNERO
En Colima hemos aportado a la historia nacional de la infamia varios feminicidios que deberían haber suscitado una indignación tan enorme como los de Abril Pérez, Ingrid Escamilla o la pequeña Fátima Aldrighetti.
Recordamos el caso de una niña levantada en Tecomán que luego apareció muerta con huellas de tortura, cuya muerte se explicó oficialmente como una equivocación: iban por una vecinita de la misma edad, dijo el gobernador Anguiano, porque su padre debía dinero a ‘la maña’.
O la estudiante raptada al salir del bachillerato, violada y asesinada, cuya muerte indignó menos que la publicación de las fotografías en las que se ve cómo se rescataba el cuerpo de un canal.
Y qué decir de la pequeña que entró de visita al Cereso de Colima y murió cuando uno de los internos, que no debería estar en el área de población general sino encerrado en un pabellón siquiátrico, la tomó de los pies y la azotó de cabeza contra el suelo.
Sin duda, en Colima no habíamos llegado antes a los actuales niveles de hartazgo porque, de otro modo, se habría organizado un paro de mujeres en cada ocasión que el Gobierno del Estado se rehusó a declarar la alerta de género.
PARITARIO, NO SOLIDARIO
En dos columnas anteriores resumimos las ponencias de las participantes en el foro ‘La agenda feminista en la 4T y América Latina’: la ex diputada nacional del MAS (el partido de Evo Morales en Bolivia), Valeria Silva, la senadora Citlalli Hernández, la diputada federal Rosa María Bayardo y la legisladora local Ana Karen Hernández Aceves.
La última en intervenir en el evento celebrado el viernes 6 de marzo de 2020 en el Museo Xoloitzcuintle, fue la representante del 11 distrito que, en el foro, se presentó no como diputada del PT sino como parte de la bancada de Morena.
Ana Karen comenzó por celebrar que la Constitución local ya reconozca la aportación paritaria de hombres y mujeres. Recordó que a la carta magna local “se metió lenguaje el incluyente, porque se necesita visibilizar” a las mujeres. “Y logramos que la ley prevenga la paridad total en todos los entes de gobierno”. Gracias a ello se nombró a mujeres cuando la Secretaría de Turismo y la de Salud quedaron vacantes.
No obstante que este Congreso fue nombrado de la paridad de género, enfrenta tropiezos. “Hay compañeros de izquierda que no apoyan las iniciativas” más radicales. Por eso, invitó a la ciudadanía a que exijan a la Legislatura que “transite en los temas de género”.
Si esos diputados ponen trabas, ¿cómo es que dicen sumarse al movimiento feminista?, inquirió Ana Karen. “Están en el discurso pero no en el trabajo legislativo. Y esa es nuestra chamba, legislar”.
En la Diputación local de Colima “tenemos 14 mujeres y 11 hombres, pero hay que trabajar en la perspectiva de género. Tenemos una bancada de género, pero faltan consensos porque no hay coincidencias en ciertos temas como la visibilización de la violencia de género”.
DERECHO A DECIDIR
Ana Karen adelantó que se avanza en el establecimiento de un día estatal de la paridad de género. En esa fecha, habrá parlamento abierto para que las mujeres puedan manifestar en tribuna los temas propios.
E invitó a que no sólo la derecha tome el Congreso para impedir que se dictamine la iniciativa por el derecho a decidir: hay que tomarlo para exigir que avance la agenda de género.
“Debemos crear conciencia más allá del protagonismo, para alcanzar la paridad”. Y adelantó que “estamos por aprobar una reforma contra la violencia política y la violencia digital”. Esta semana habrá una mesa de trabajo sobre la cuestión, pero se observan ciertas resistencias para dictaminarlas, “dentro y fuera del Congreso”.
Ejemplificó la necesidad de tipificar la violencia digital con su propio caso, pues ha sido víctima del ataque cibernético de un conocido ex diputado de Nueva Alianza: “Me dice cosas que no le diría a un congresista varón. Y no tiene derecho de ofender a las mujeres que queremos el cambio”.
Por último, Ana Karen dejó en claro que “las mujeres llegamos al Congreso para sentar precedentes, y para quedarnos en la política”: todas las legisladoras aspiran a buscar la reelección o un nuevo cargo de elección popular.
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