+ La Universidad “surgió luchando, luchando ha forjado su presente y sentado las bases de su legado, y ésa es la reflexión que nos convoca hoy aquí, en la conferencia del licenciado Fernando Moreno”: JEHN.
La autonomía universitaria, comentó el exrector y exgobernador Fernando Moreno Peña, ante un Paraninfo Universitario lleno a su máxima capacidad con alumnos, docentes y funcionarios, es una garantía, un derecho constitucional que no puede impugnarse, como tampoco podría ocurrir con la libertad de expresión o de imprenta. En cuanto a la gratuidad de la educación, dijo, desde la inicial hasta la licenciatura, es obligatoriedad del gobierno, no de las instituciones educativas.
Lo anterior es parte de lo que dijo Fernando Moreno en la conferencia “Autonomía y gratuidad”, dictada este viernes por la mañana como parte de los festejos por el 80 aniversario de la Universidad de Colima.
Comenzó su charla, que se extendió por casi dos horas, citando el Artículo tercero constitucional, en su fracción séptima, donde se establece que “las universidades y demás instituciones de educación superior a las que la Ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y responsabilidad de gobernarse a sí mismas, de realizar sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo a los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra, de investigación y libre examen y discusión de las ideas, además de determinar sus planes y programas y de fijar los términos de promoción y permanencia de su personal académico y administrar su patrimonio”.
El estado otorga esta autonomía, explicó, para que las universidades puedan cumplir sus funciones sustantivas, “porque nadie, desde la ideología o la política, puede decidir cómo las universidades deben buscar la verdad científica”. La autonomía universitaria, dijo, “va ligada a las universidades públicas, ya que éstas fueron creadas por el Estado para que cumplan con la función de impartir educación de calidad y con responsabilidad social y para hacerlo sin interferencias externas”.
La autonomía, aclaró, tiene sus condicionantes y no se puede utilizar a voluntad, ya que las universidades están sujetas a las leyes generales del país. Además, la capacidad de administrar sus propios bienes no la exime de rendir cuentas; “es libre para decidir qué, a quiénes comprar lo que necesita o dónde, pero tiene que rendir cuentas y cumplir criterios de transparencia”.
Recordó que la Universidad logró su autonomía completa en 1989, a propuesta de la propia comunidad universitaria, y que fue llevada al Congreso por la entonces gobernadora del estado Griselda Álvarez; “el Congreso sí puede seguir legislando sobre la Universidad, pero únicamente a petición de los universitarios; hay muchas cosas que cambiar en la Ley Orgánica, pero eso debe hacerlo la propia comunidad. En la Universidad no hay minusvalía intelectual, no tienen por qué decirnos cómo hacer las cosas”.
Respecto a la iniciativa propuesta por un grupo de legisladores, Moreno Peña señaló que dicha propuesta “no va a pasar, ya que se estaría violentando el artículo 101 de la constitución local en el que se aprueba dicha autonomía: sin embargo, de modificarse tal ley, se estaría violentando la Constitución General de la República, que en su artículo tercero establece los términos de la Autonomía”.
En cuanto al tema de la gratuidad, resaltó que ésta ya aparece en la Constitución, en el artículo tercero, “sólo falta el presupuesto, los recursos para poder llevarla a cabo; es un compromiso del Estado, no de la universidad, ya que ésta no tiene con qué solventarla”. La educación, agregó, “es gratuita sólo para el estudiante, pero el estado tiene que pagarla”.
Comentó que en los últimos seis meses han ocurrido cinco agresiones contra la UdeC, de las que desligó a la federación o al partido Morena, y dijo que, como ha ocurrido en casos similares con siete universidades públicas estatales, se trata de desconocimiento de lo que hace o representa una universidad o “por caprichos personales o ajuste de cuentas”.
Primero, dijo, se presentó una ley de movilidad para borrar los logros realizados por la Federación de Estudiantes Colimenses; luego se negó la escrituración de varios terrenos donados a la UdeC; después, el Congreso solicitó una auditoría local, aunque cada año se audita a nivel federal; se presentó, por parte de varios diputados locales, la iniciativa para modificar la Ley Orgánica de esta Casa de Estudios y además, el Congreso del Estado “no autorizó el recurso que el gobierno federal asignó a la Universidad, y lo presupuestado aún no se lo ha dado”.
Por último, antes de responder preguntas de los asistentes, dijo que la Universidad está siendo acosada “porque hace bien las cosas, porque está trabajando y produce cuadros para todos los partidos, para empresas, sindicatos, para todos los gobiernos municipales y estatales, porque esa es la función de la Universidad”.
En las intervenciones que tuvo, al principio y al final de la conferencia, el rector de la UdeC, José Eduardo Hernández Nava comentó que este 2020 es particularmente significativo para la institución, “cumplimos ocho décadas de estudio, lucha y trabajo, y qué mejor que iniciar el año con una reflexión acerca de la institución, en voz de uno de los personajes que participó, primero como líder estudiantil y luego como rector, en una etapa de expansión de la Universidad, y en su posicionamiento en el concierto nacional de la educación superior”.
La UdeC, resaltó, “es una institución del Estado que funciona de manera autónoma; es decir, por una parte tiene una naturaleza política, porque surge en función de las necesidades sociales que el Estado le ha encomendado, pero por otra depende del Estado para asegurar su viabilidad, al tiempo que debe garantizar su autogobierno; es decir, que la propia comunidad de la Universidad debe organizar el gobierno interno de la forma que mejor estime conveniente, con el fin de cumplir con sus fines académicos.”
La Universidad, dijo, “surgió luchando, luchando ha forjado su presente y sentado las bases de su legado, y ésa es la reflexión que nos convoca hoy aquí, en la conferencia del licenciado Fernando Moreno, de quien los universitarios nos sentimos orgullosos por su enérgica lucha en defensa de la autonomía universitaria”.
La Ley Orgánica, enfatizó, “me obliga a preservar la autonomía universitaria, respetándola y haciéndola respetar con todos los recursos morales, históricos y legales que estén al alcance. Ése ha sido el mandato del Consejo Universitario, y en el espíritu de nuestra Ley Orgánica, todos los universitarios tienen la obligación moral de defender nuestra Universidad y su autonomía”.
Y agregó: “me queda claro que, ante los intentos de grupos políticos y de particulares por inmiscuirse en la vida interna de la universidad, la única respuesta es y seguirá siendo la unidad de la comunidad universitaria en torno a un proyecto de institución educativa que busca no el beneficio de unos cuantos, sino el bienestar pleno de los universitarios, de las nuevas generaciones que se forman en la Casa de Estudios y de la sociedad en general”.
“Nosotros –aclaró el rector–, no estamos en contra de la gratuidad, por eso hemos participado en su formulación y consenso. Asimismo, a invitación de Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública, participaremos en el levantamiento de un cuestionario que permita conocer la retroalimentación de la población sobre la implementación de esta ley a partir del presente mes”.
Por último, adelantó que el próximo 22 de enero, los rectores de las universidades públicas estatales tendrán una reunión de trabajo encabezada por el maestro Esteban Moctezuma Barragán, con la Junta de Coordinación Política del Congreso de la Unión, para revisar los avances en estos temas, “pero sobre todo, habremos de presentar una respetuosa protesta en contra de las presiones y agresiones que está sufriendo una decena de universidades públicas, entre ellas la Universidad de Colima, de absurdas pretensiones por malas interpretaciones personales.”
Entre otros, estuvieron en la conferencia los ex rectores Carlos Salazar, Miguel Ángel Aguayo y Ramón Arturo Cedillo, además de los líderes de los sectores: Joel Nino, presidente de la FEC; Luis Enrique Zamorano, secretario general del SUTUC: Zaret Gaytán, presidenta de la FEUC; Azucena Evangelista, presidenta de la ACU y Marcelino Bazán, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de la UdeC.