Ha sido ampliamente comentada la visita hecha por el próximo presidente de México, que está a seis semanas de asumir el mando del ejecutivo federal, y ya se siente el entusiasmo entre prácticamente todo el pueblo mexicano, esperanzado porque la Nación arribe, por fin, a una gobernabilidad que regenere las instituciones y lleve justicia y progreso a las grandes mayorías que nada, o casi nada, tienen, y en algunos grados, como en Colima, en donde casi la mitad de la población padece algún grado de hambre, y está inmersa en una sangrienta violencia que este miércoles truncó siete vidas.
Esta vez, la visita de AMLO no fue para pedir el voto como en las dos anteriores ocasiones en que le robaron la elección, como ya quedó comprobado; ahora vino victorioso, con el resplandor en la cara, jovial se le notó; aunque en sus encuentros institucionales no iba andar riéndose, en este caso ya se le notó lo que será su personalidad de estadista, sin perder contacto y entusiasmo con la gente sencilla y humilde, trabajará con seriedad para que Colima avance.
Su venida obedeció al ofrecimiento que hizo en campaña, de venir en la victoria a reconocer el respaldo que le dio el pueblo colimense y que también le dio a las candidatas y candidatos de la coalición Juntos haremos Historia. Se reunió con algunos y seguramente se enteró de desavenencias o afanes de tribus entre ellos. Lo conocemos, nada se le escapa, como seguramente en esta venida.
A muchos les llamó la atención la referencia dicha a que los centros de desarrollo infantil, CENDIS, pasarán a la administración de la SEP. Es lógico, por dos razones, una porque así efectivamente los niños y las niñas que acuden a estos espacios educativos, tendrán mejores maestros y más bien pagados, y alejados de la represión con que la familia Padilla-Evangelista, sin mayores méritos de formación veraz académica; y la otra, porque si el dinero era poco y mal administrado, con cuotas abusivas; de todas maneras requieren de presupuesto mayor. Muy bien que haya establecido este acuerdo con los colimenses.
Otro punto interesante, fue el compromiso que habría hecho con el dirigente democrático de los universitarios colimenses Leonardo Gutiérrez, a quien le prometió atender los asuntos de corrupción que anulan toda moralidad y progreso de la máxima casa de estudios colimenses… en tanto no se crea una nueva, que compita en lo académico y que sea vanguardia en la inclusión de todos los jóvenes que quieran estudiar por el solo hecho de apuntarse y cumplir con los exámenes.
El itinerario del virtual presidente de los mexicanos, fue recibido por el gobernador del estado, como lo ha estado siendo en las demás entidades que visita para agradecer el voto. Amlo ha venido muchas veces a Colima. Lo ha hecho tres veces como candidato presidencial en distintas elecciones; y lo hizo antes cuando era militante y dirigente del PRD. Conoce Colima, conoce a su gente; sabe de las capacidades de cada cual que se encuentra posicionado en algunas obligaciones políticas o sociales, o de la organización que lo llevó al poder, MORENA. En el conocimiento que tenemos de él, nos consta que es muy acucioso, agudo, y memorioso; y esto hace abrigar que la suya será una administración exitosa.
Su encuentro con el mandatario estatal tenía que ser así, respetuoso, solemne, y objetivo. Es ya el tiempo de la actitud republicana. Subió al palacio de gobierno, pasó y admiró el mural del maestro colimense y destacado pintor, Jorge Chávez Carrillo. Dialogó y se le hizo algunos planteamientos que el próximo mandatario federal recogió con seriedad, porque conoce la situación de los colimenses y de sus instituciones. Disiento que haya sido fría. Fue como debía ser, y ya.
Muchos fueron los que se agregaron al encuentro oficial con el mandatario del estado, para salir en la foto con AMLO, al que mucho criticaron y juzgaron en la competencia política; ahora ya eso es borrón y cuenta Nueva. Pero de las presencias más puntuales y legítimas, en su cercanía con AMLO, fue la diputada federal Indira Vizcaíno Silva. Que destacó por la importante encomienda y por su capacidad de organización en la venida del victorioso AMLO.
Por otra parte, este 16 de octubre inició una etapa importante en la reconstrucción de la vida pública colimense, aunque hay que recordar que días antes el Congreso del estado se había renovado con el dominio triunfante de la coalición Juntos haremos Historia. Hay confianza en el pueblo colimense de que nuestra entidad, y el país en general entra a una nueva era de gobernabilidad, donde la honestidad, la prioridad social, y la democratización de las instituciones, será fundamental, aunado a una enorme labor social y política que creé conciencia sobre los valores de la libertad, la democracia, la identidad, y la justicia social.
PUNTO Y RAYA.
La violencia sigue enrojeciendo el paraíso perdido. Nunca debemos acostumbrarnos a la violencia, no debemos evadir esta realidad; en la medida de que asumamos que estamos viviendo en Colima una tremenda realidad criminal, que enluta cada vez a más familias, que tengamos conciencia, podremos exigir de las autoridades, que hagan su labor.
Siete asesinatos ocurrieron el miércoles en distintos puntos del mapa colimense. Otro record negro. Por eso, en la venida de AMLO, habría manifestado al gobernador del estado, que podría Colima ser el punto de arranque o el modelo para implementar un nuevo esquema de operación contra la violencia, para darle seguridad al pueblo colimense. Creemos que el esquema será efectivo, porque en la medida de que se localice, es decir, se fije el mapa para implementar las acciones u operativos, en un terreno limitado, podrá haber resultados; porque el esquema nacional, centralista, de mandos jerárquicos que no se encuentran en el punto del drama, no ha dado resultados. ¡Hasta próxima!