LA OTRA CASA BLANCA

En el primer programa de la temporada 2 de El Chamuco TV (https://tv.unam.mx/portfolio-item/el-chamuco-tv-temporada-2-programa-1/), los moneros Rapé, Hernández y Helguera conversaron con Carmen Aristegui acerca de la persecución que sufrió la periodista por haber dado a conocer la investigación de la Casa Blanca de Peña Nieto.

El golpe que recibió el gobierno priista con esa revelación y que obviamente tuvo mucho que ver con el resultado de la elección presidencial, fue brutal y se lo propinó Carmen Aristegui, opinan los caricaturistas. No obstante, la periodista dio a entender en el programa que nunca buscó dañar la presidencia de Peña:

“Lo que se hizo fue una investigación periodística realizada por colegas que son fenomenales, gente muy profesional y seria. Con ellos habíamos creado esa unidad de investigaciones especiales para dotar de contenidos a la radio, en el programa matutino donde participábamos antes de ser echados de muy mala manera.

“Ese trabajo tuvo como punto de arranque una revista de corazón. Lo más sencillo y poderoso que pueda tener un periodista y un ciudadano, es la curiosidad. Y a Rafael Cabrera se le despertó el olfato periodístico cuando vio la revista en un supermercado de San Gerónimo. Al hojearla, se preguntó: ¿Y esa casota?

“Ahí empezó una investigación periodística a la que se le incorporaron muchos documentos. El reportaje está hecho de un trabajo muy profesional pero también de información pública: la que obtuvimos en el Registro Público de la Propiedad o a través de la solicitud de información a los órganos de transparencia; más lo que se le preguntó, por ejemplo, al Estado Mayor Presidencial.

“Ahí el nombre del peticionario era Darwin, el gato de Rafael, y éste le pidió al EMP si era tan amable de informar por qué estaba resguardando esa casa en las Lomas de Chapultepec. Muy cumplido, el EMP respondió oficialmente que está obligado por ley a resguardar todo lugar donde habite el Presidente y su familia. Pues, ¡gracias!”, remató Aristegui con sorna.

Esa investigación de la Casa Blanca demostró que México ha logrado desarrollar herramientas que hay que usar en periodismo: las que dan la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información.

“Tuvimos además la suerte de que el arquitecto que hizo el proyecto subiera a su página, a su portafolios de obras realizadas, imágenes de la casa. No decía que era de Peña Nieto, pero al cruzar datos lo supimos.

“En esa página web encontramos imágenes fantásticas, bien iluminadas, porque son precisamente las que quería mostrar el arquitecto para decir estas son las cosas que yo hago. Dichas fotografías no las habríamos podido obtener ni metiéndonos a la casa, que no llegamos a tanto. Para fines de investigación, el chiste era saber quién era el arquitecto y encontrar su página”.

SIGUE LA PERSECUCIÓN

La de la Casa Blanca fue una investigación con información que ahí estaba, pero nadie se había puesto a conectar los datos. Hasta entonces, ese periodismo no era muy común en la radio. Y tampoco un trabajo periodístico había tenido anteriormente tanta repercusión. Sin embargo, ya sabemos que hacer periodismo en este país es muy peligroso, acotan los moneros.

A propósito, Aristegui recuerda:

“Sale esta investigación y viene una respuesta durísima  para este equipo de periodistas. En mi caso, la repercusión incluye juicios que continúan después de tres años y medio. Seguimos defendiéndonos porque el único juicio que promovimos nos lo negaron. Al amparo que solicitamos le dieron un carpetazo injustificado que nos obligó ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a reclamar la justicia denegada en México.

“Nos hemos defendido de los ataques judiciales lanzados por la propia empresa MVS que se prestó para echarnos de ahí. Ha sido un proceso complicado pero, como todo lo que no te mata, nos fortaleció. Este equipo se ha crecido ante el castigo, cada quien buscó sus espacios, pero el que construimos en internet buscaba no perder el contacto con el público. Quienes hacemos periodismo necesitamos estar en contacto permanente con las audiencias”.

Aunque ya casi terminaba el sexenio, Carmen Aristegui esperaba en septiembre de 2018 encontrar una ecuación que le permitiera sortear este ámbito judicial:

“Recientemente nos enteramos que lo que creíamos ganado, el dictamen que sostenía que la acción de cese fue ilegal y que el contrato que tengo con ellos está vigente, resultado de la revisión de amparo que parecía la última palabra para efectos legales, no lo fue. MVS recurrió a la Suprema Corte y ésta decidió admitir la petición de revisar el asunto, lo cual nos complica la existencia”.

En ese contexto, dijo Aristegui, “quiero pensar que encontremos una fórmula en un espacio diferente. Aunque MVS parece resuelta a que no regresemos a la radio nunca”.

En efecto, la petición de los Vargas al máximo tribunal del país no impidió que el 28 de septiembre se anunciara una alianza de Grupo Radio Centro con Aristegui Noticias para que el informativo que se había venido difundiendo por internet desde que MVS lo sacó del aire, se transmitiera por una de las estaciones de GRC.

EL MANDATO POPULAR

Los moneros de El Chamuco pidieron a Aristegui un diagnóstico del país en este cambio de gobierno:

“Lo que pasó el primero de julio es un mandato para AMLO pero no sólo para él. Lo que se votó en esta elección es definitivo: la población fue a las urnas para mandar un mensaje de ya estuvo, ya basta.

“Y ese mensaje nos involucra a todos, empezando por la propia sociedad. Van a empezar a ocurrir cosas producto de esa nueva situación que es profunda, de raíz, resultado de la acumulación del hartazgo y del horror. Estamos viendo el fin de un estado de ánimo de impotencia que tiene que cambiar a un estado de acción. Los mexicanos nos permitimos indebidamente un tiempo prolongado de pasmo, vivimos lo indecible: un tráiler con 130 cadáveres circulando por Jalisco, y otro en el que están colocando los cuerpos que no se reclaman o que sí se reclaman pero no se entregan porque hay una falta de sincronía entre los que buscan personas y los que acumulan cadáveres.

“Todo esto ha sido demasiado. La sociedad mexicana el 1 de julio dijo ya basta de nosotros mismos: de no hacer nada frente a la impunidad. Y las cosas tienen que cambiar porque si no estamos fritos.

“Pero no depende sólo de la inteligencia política de López Obrador para conducir a la nación. Una franja de responsabilidad mucho más grande que la del nuevo presidente, es la de la propia sociedad mexicana. Y ahí los periodistas, lo mismo que el resto de los profesionales, tenemos que hacer lo que nos toca en este giro que fue pacífico pero muy contundente.

“No hay recetas, realmente es una construcción colectiva que requiere imaginación, una nueva alma social, distinta. ¡Se cayó don Perpetuo Corona del Rosal!”, remató Aristegui.

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