LAS SORPRESAS DE LOS NUEVOS GOBIERNOS

Cuando el 24 de abril del año pasado, las campañas presidenciales iban por todo lo alto, ya había tenido lugar el primer debate entre los candidatos y Andrés Manuel López Obrador no sólo era el puntero, sino que cada vez se le observaba más inalcanzable para sus contrincantes que, me parece que se llamaban Ricardo Anaya y José Antonio Meade (¿se acuerdan de ellos?); el Secretario de Seguridad Pública nominado por Andrés Manuel, Alfonso Durazo presentó en el Colegio de México, su proyecto de Plan de Seguridad Pública del entonces posible gobierno que encabezaría López Obrador.

Pasó el tiempo y cuando Porfirio Muñoz Ledo apenas había declarado abierto el segundo período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión el pasado primero de febrero, se presentó Alfonso Durazo, ya Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana para entregar al Senado de la República, el Plan Nacional de Seguridad. Ambos documentos son muy parecidos (hay frases comunes contenidos en ambos) y muy diferentes a la vez. Esas diferencias evidencian que el nuevo gobierno ha encontrado sorpresas, sobre todo a partir de su toma de posesión.

En las Mañaneras hemos visto esa sorpresa en Andrés Manuel, quién también nos ha sorprendido con sus revelaciones, como la del 17 de diciembre del año pasado, cuando empezó a hablar del huachicoleo y lo hizo también durante los siguientes días, descubriéndonos que todos estábamos subvalorando esa actividad y los montos atracados al erario. También nos fue quedando claro que lo menos importante era el combustible que se extraía de los ductos y que resultaba mucho mayor el huachicoleo de cuello blanco. Y después supimos del marino, todavía mayor que el de cuello blanco. Es cierto: Quien junta estas letras efectivamente creía que era importante pero no tanto como ahora sabemos; CON SAL Y LIMÓN ya se había referido a esta actividad el 9 de mayo de 2017 y allí quedo constancia de que no le otorgaba el peso que ahora reconocemos a esta actividad.

Pero resulta evidente que el propio López Obrador y su equipo también fueron sorprendidos por la verdadera dimensión de este delito: La principal diferencia entre el documento de abril del año pasado y el recién presentado en el Senado, radica precisamente en ello: El primero nunca se refiere al huachicol, mientras que el combate a esa actividad resulta en un eje central del segundo. Y todos los días continuamos siendo sorprendidos por el alcance de este saqueo. Esto nos ilustra sobre la forma como se ocultó este plan malévolo del neoliberalismo y cómo con ayuda de los medios fifí (eran parte de la estructura del poder) pudo desviarse la atención de este tema, hasta el grado de que ahora resulte una sorpresa para todos.

Y por supuesto, nos peguntamos ahora ¿Cuánto más nos falta por saber del huachicol? Y claro, ¿Habrá otras sorpresas de ese tamaño? Así, enterarnos del sueldo de David Penchyna como director del INFONAVIT o del gasto millonario de Rosario Robles por sus oficinas en Mazaryk, son juegos de niños, cuando debieran ser noticias impactantes hace apenas unas semanas. Y se trata tan solo de un par de ejemplos.

Por supuesto, la reconstrucción del País, pasa por desterrar todos estos vicios, por evitar que continúen presentándose y por castigar todo lo que sea posible castigar, pues la impunidad debe terminar. Pero, ese es el tamaño de la sorpresa.

En Colima, en cambio, supondríamos que el Congreso del Estado, de mayoría morena, nos daría no pocas sorpresas de la corrupción (ineficiencias aparte) de nuestras autoridades estatales y municipales, presentes y pasadas (o cuando menos, de algunas) y hasta ahora, nada ha pasado. Mientras los colimenses estamos a la espera de sorprendernos con sus noticias, hago votos porque muy pronto veamos que estos gobiernos rectifiquen algunas de sus actitudes: Que hagan su trabajo y que solo nos cobren lo justo. No nos gustan los pashás, y menos, si además son prepotentes y pretensiosos.

COMALA Y LOS FESTEJOS A LA CONSTITUCIÓN

El aniversario de la promulgación de la Constitución en nuestro pueblo mágico, tuvo una connotación muy especial: Se retiró el nacimiento que desde diciembre adornaba (bueno, es un decir) el Jardín Principal del Pueblo. El que junta estas letras no ha realizado la encuesta entre diversos comaltecos, pero pudiera suponerse que se equivocaron de calendario. Eso debió hacerse el 6 de enero y no el 5 de febrero. Pero, bueno, se trata sólo de una confusión. Si se confunden en eso, bueno, pues también se confunden en algo más importante ¿o no? Queda la impresión de que alguien no está haciendo su trabajo correctamente (y se trata de un trabajo sencillo). Ojalá las cosas mejoren y, entre otras cosas, se haga una limpieza a fondo del propio Jardín, por citar una carencia que puede resolverse casi sin costo. Seguramente habría varios posibles donadores de un kilo de detergente, si no hay para comprarlo.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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