LOS MOTO TAXIS DE COMALA

Durante los últimos días, mientras las lluvias se niegan a llegar, se han visto circular por las calles de Comala unos nuevos vehículos, motocicletas adaptadas para proporcionar servicio público de transporte de pasajeros. La mayoría de los comaltecos ha saludado favorablemente su aparición. Por lo general los gobiernos (sobre todo estatales y municipales, que suelen ser más amateurs) no están atentos a las necesidades de la población y desatienden la prestación de servicios públicos. Este ha sido el caso del servicio público que prestan los taxis de Comala. No saben, no pueden o no quieren adelantarse a las necesidades.

Todos los comaltecos hemos sufrido en más de alguna ocasión la imposibilidad de acceder al uso de un servicio de taxi, porque sobre todo en las horas pico o ante circunstancias un tanto anormales, como cuando llueve, no es posible encontrar un vehículo que pueda prestar el servicio que se requiere. Hay que recorrer el directorio telefónico y a veces, no encontrar uno solo disponible y llamar algún vehículo de otro municipio. Además, se trata de un servicio costoso (no sólo en Comala, sino en general) y no siempre es posible prever con tiempo la necesidad para apalabrarse oportunamente con algún taxista para asegurar el servicio. Eso nos habla de un servicio insuficiente.

Los moto taxis llegan para cubrir esa deficiencia y, por sus características, es un servicio que puede prestarse con tarifas más bajas y dejar el servicio más al alcance del usuario común. Estas causas han significado que el nuevo servicio haya sido, como quedó dicho, por lo general, bienvenido por los comaltecos. Además, nos prometen prestarán un servicio de mensajería o mandados. Al que junta estas letras no le queda muy clara la manera la manera como funcionarán estos nuevos automotores. Supongo que hace falta mayor difusión de sus tarifas y características, así como de los números telefónicos de los prestadores de servicio o si existe un servicio centralizado para solicitar sus servicios; y también los horarios y otras características o limitaciones.

Al ser detenidos algunos de estos vehículos por parte de la Secretaría de Movilidad estatal el pasado lunes, alguno de los nuevos prestadores de servicios alagaba que no funcionarán como taxis, y entonces, ¿qué son? Y que se encuentran muy aventajadas las negociaciones con don Aldo, el presidente municipal, para su funcionamiento (o, dicho de otro modo, empezaron operando por la mala, porque entonces, no cuentan con los permisos correspondientes). El servicio pues, debe regularizarse y prestarse bajo normas o reglas claras.

Pero, ¿puede el Ayuntamiento otorgar las concesiones correspondientes? El artículo 115 constitucional prevé en su fracción V que Los Municipios, en los términos de las leyes federales y Estatales relativas, estarán facultados para: h) Intervenir en la formulación y aplicación de programas de transporte público de pasajeros cuando aquellos afecten su ámbito territorial; pero deben expedir los reglamentos y disposiciones administrativas que fueren necesarios, según lo previsto por el propio artículo. Por su parte, la Ley del Municipio Libre del Estado de Colima, en su artículo 45, fracción I faculta a los ayuntamientos, inciso r) a Concesionar la prestación de bienes y servicios públicos, en términos de esta Ley. Y el artículo 87 de la misma, en su fracción III le autoriza a hacerlo mediante el régimen de concesión.

Sin embargo, quizás no todo será miel sobre hojuelas para los aspirantes a prestar este servicio porque la propia ley del Municipio Libre del Estado de Colima prevé en su capítulo IV un conjunto de limitaciones para estas concesiones, como por ejemplo, las contenidas en el artículo 96, que establece que en ningún caso podrán otorgarse a los servidores municipales de confianza (fracción II) ni a sus parientes consanguíneos, por afinidad y civiles hasta el cuarto grado de las personas señaladas. (fracción III).

Entonces, el Ayuntamiento puede capitalizar un punto positivo (después de tantos negativos) con la aprobación de estas concesiones apegándose a la legalidad, pero si no cuidan las limitaciones, porque don Aldo quiera pagar favores políticos o favorecer a algún familiar de él o de alguno de sus colaboradores cercanos, esta medida pudiera convertirse en un dolor de cabeza e inclusive, en una responsabilidad que pudiera combatirse y hasta desembocar en un castigo a los responsables (o a los irresponsables, según se quiera ver).

Y, por cierto, ya que nos referimos al servicio público de pasajeros de Comala, el Ayuntamiento, a través de sus agentes de tránsito debiera vigilar que sus propios vehículos o los de algunos particulares no invadan los espacios destinados como paradas de los mismos. Siempre tiene que haber alguien estacionado en el espacio destinado a ese fin y siempre debe presionarse a los usuarios a subir y bajar con prisa (y a veces, no es posible) y también a los chóferes que prestan el servicio, pues deben hacerlo interrumpiendo la circulación de calles importantes. Para eso, entre otras funciones, deben estar los agentes y ninguno hace nada ¿Es esa la instrucción que se les ha dado? Y deben prestar particular atención a la esquina de Capitán Llerenas y Corregidora pues con mucha frecuencia algún vehículo afuera de la Ferretería, impide la vuelta del autobús que cubre la ruta La Trinidad-Colima. Allí, nunca hay un agente y si por casualidad aparece un policía, regaña al chófer del autobús en vez de poner orden.

Necesitamos un pueblo (y un municipio) ordenado y cercano a los comaltecos, no debe imperar el caos como ahora sucede. Necesitamos a un presidente municipal sensible y comprometido, que actúe respetando el orden legal y para hacerlo respetar tanto por parte de los comaltecos como de los visitantes. No es tan difícil, es más bien, un asunto de falta de voluntad (o quizás resulte muy difícil, todo depende de las causas que motiven la falta de voluntad). Ya es hora de que Comala sea un municipio donde opere la civilidad y donde el ayuntamiento, con apoyo en el marco legal, nos obligue a comportarnos con civismo.

Tanto que presumimos ser civilizados y el Ayuntamiento que actúa en contra de esa presunción o aspiración de los comaltecos. Si actúan adecuadamente, se los aplaudiremos. Y si no, se los demandaremos. Pero que no se nos olvide, su obligación es actuar y no porque lo diga este juntador de letras, sino porque así lo establece el marco legal que están obligados a cumplir. Ahora, que si no pueden o no saben cómo…

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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