La nueva administración libre y democrática que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, en materia de gastos de comunicación y de política con los medios, ha dado un giro diametral, dejando atrás la costosa inversión de miles de millones de pesos que para sostener la imagen gastaban los gobiernos de la corrupción prianista, es decir, todos los presidentes emanados del PRI y los dos también fracasados del PAN; los tres últimos andan casi huyendo para librar la cárcel por los desmanes y las traiciones que cometieron contra el patrimonio, las instituciones y los bienes de la Nación.
Una nueva política de medios y un nuevo y honesto manejo de los recursos públicos, ha llevado al gobierno libre y democrático bajo la línea general de la Cuarta Transformación; a cortar de tajo aquellos privilegios de que gozaban una cofradía de intelectuales baquetones y periodistas que hoy, en el desamparo, ladran despotricando contra Andrés Manuel López Obrador y sus acciones; todo porque esos gallos enclenques, trespeleques y gorupientos ya no reciben las jugosas subvenciones del poder en turno.
Los chayotes, los cheques de muchos dígito$ que recibían sin merecer y que ya no reciben, es el punto de su malestar, que ha llevado a Krauze, Aguilar Camín y al golfo también Jorge Castañeda a anidarse con otros para tratar de descarrilar un gobierno que como el actual, camina sobre vías férreas y amplias avenidas resguardadas por más de 30 millones de votos y seguramente otro tanto igual que se han sumado.
La semana pasada, el periodista, semi-historiador y pseudo-novelista Héctor Aguilar Camín, en un circuito de íntimos suyos que también andan ardidos porque ya no lloverá en sus milpitas de la corrupción intelectual aquéllos millones que les granizaban como pepitas de oro; utilizó dos adjetivillos para calificar la persona del presidente Andrés Manuel López Obrador, que muestran al que los profirió como un pseudo intelectual en verdad desquiciado, extraviado, poseído por el rencor, actitud que sirve para conocer la escasa moralidad y consistencia ética de este baquetón, acostumbrado a las mieles de la nómina pública.
La conducta de Krauze, Camín, Castañeda, Marín, López Dóriga y otras piezas menores que destilan veneno en su pseudo-periodismo o activismo dizque intelectual, también existe en las entidades, donde si bien la comunicación social y su presupuesto permite seguir la vieja inercia, prevalecen algunos medios y periodistas santones de la nómina, o que reciben aun los favores de los cacicazgos políticos priistas o de los aliados de su corrupción enquistados en instituciones públicas o educativas.
Es claro también que las protestas con las que ladran y escandalizan los pseudo-periodistas o pseudo-intelectuales que en el viejo régimen recibían dinero público por arrastrársele al poder; deben servir para analizar que tal comportamiento visceral contra el nuevo gobierno, es precisamente una señal de que el gobierno libre y democrático de la Cuarta Transformación, está haciendo las cosas en forma honesta y transparente, administrando bien los recursos del pueblo.
No vamos a hacer un recorrido del horror biográfico de la corrupción de estos intelectuales, resentidos contra el nuevo gobierno por las razones ya expuestas: no fluye el maíz a estos gallos, que dijera a propósito el dictador Porfirio Diaz, quien cuando había un periodista bronco, decía “ese gallo quiere maíz”. Pero sí es necesario un esbozo de estos vividores de la nomina pública.
Aguilar Camín, es un personaje que se ostenta como intelectual pero que a nuestro juicio es de poca monta o capacidad. Está muy lejos de intelectuales acreditados como el historiador Lorenzo Meyer, de gran consistencia intelectual y moralidad y ética probadas.
Aquel, se ha venido arrastrando a las migajas del poder, guardando silencio critico absoluto. Ingenuamente se creía el periodista intelectual del despacho de Los Pinos con Salinas de Gortari, quien, por cierto, lo encueró cuando intento deslindarse de su relación de súbdito; el corrupto Salinas filtró a la prensa facturas y recibos sobre más de 3 mil millones y medio de pesos, de aquellos, producto de su entrega al poder; obviamente nunca atacó a Salinas; como tampoco después lo habría de hacer cuando el FOBAPROA, el robo del milenio a las arcas públicas en tiempos de su amo Zedillo. Y así continuó como obediente súbdito de la corrupción en su relación con Fox, Calderón y Peña Nieto.
A Aguilar Camín se le atravesó en el camino de su comodina entrega al poder, un poderoso tren de una revolucionaria política en el manejo de medios, la que le puso punto final a una práctica de corrupción vergonzosa, de la que la mayoría de intelectuales y periodistas neoliberales, gozaban, como estos tres pseudo-intelectuales aquí exhibidos.
Krauze, el historiador por los gobiernos neoliberales de la corrupción, tiene un historial no menos voluminoso que Camín, en cuanto a vivir del presupuesto para sus proyectos personales de investigación. Hijo de Televisa, Krauze también acostumbraba a recibir del gobierno grandes entradas de recursos, y como prueba de esto, recientemente fue balconeado por recibir del Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro más de 5 y medio millones de pesos, para que hable bien de este gobernante narco-estigmatizado y con líneas de investigación por narcotráfico que se desprenderían de la recientemente dada a conocer “Operación Agave”.
Castañeda es otro pseudo-intelectual que abdicando de sus fuentes originales de formación -vivía de becas del gobierno, y de los apoyos de los escasos recursos de los partidos y organizaciones de la izquierda-, es un golpista grosero contra el gobierno libe y democrático de la Cuarta Transformación. Este sujeto, que se le encaramó al inútil Fox como ministro de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó con más pena que gloria, también es un sujeto parásito que traficaba con sus relaciones con el gobierno, y ahora anda como los otros dos, gritando contra el gobierno porque se les ha acabo el reino de la corrupción que tanto les socorría.
Ciertamente, estos individuos son perversos útiles de los golpistas que, haciendo cálculos falsos, creen que pueden influir para el derrocamiento del gobierno popular y democrático de la Cuarta Transformación. Toparán con un enorme y macizo bloque que representamos más de 30 millones de ciudadanos que llevamos al triunfo a López Obrador, y de muchos millones más que hoy vemos al mejor gobierno en la historia nacional después del Cardenismo.
PUNTO Y RAYA
PRI, PAN, MC, PANAL Y VERDE DEFIENDEN EXCESIVO GASTO EN EL CONGRESO
Estos cinco partidos se han unido para evitar que la iniciativa de reducción en el número de diputados en el Congreso, respaldada por MORENA y PT, se hiciera realidad. Su negativa a que esta institución se ahorrara más de 5 millones de pesos en sueldos de diputados, sin embargo, permite algunas lecturas, por ejemplo, que estos cinco partidos están definiendo una posible alianza, si no de facto, tácita. Hemos dicho aquí que el Movimiento Ciudadano, franquicia que administra el impulsivo y renegado político, Leoncio Moran, es un partido farsante, utilizado por el PRI y por Nacho Peralta con la mira en las próximas elecciones de Gobernador.
Lo que no es de extrañar si tomamos en cuenta que MC y el gobierno de Nacho Peralta forman parte de la estructura golpista contra el Gobierno Federal de Andrés Manuel Lopez Obrador, más claro ni el agua de coco. Moreno Peña y socios que regentean al gobernador Peralta, pastorean encubiertamente a Locho, que ha enmudecido en posicionamientos sobre asuntos muy graves de la corrupción policial en Colima, por ejemplo, no ha dicho ni una palabra respecto a los siete policías asesinados. No se expresa el alcalde de Colima, para no molestar a Nacho, que en esa pandilla de partidos figura destacadamente para no permitir la reducción en el número de diputados en el Congreso, es el Partido Verde, cuyo pastor general es el prianista Virgilio Mendoza, individuo que busca a toda costa querer ser el candidato de la alianza con MORENA para la gubernatura del estado. Pero con la votación de este viernes en el Congreso, y muchas otras muestras de silencio para no molestar al PRI y su gobierno estatal, se ve que está en verdad comprometido más que con la alianza de la Cuarta Transformación, con el viejo cacicazgo de la corrupción priista.
¡Hasta la próxima!