Pasa el tiempo y vamos encontrando de más detalles alrededor de las elecciones del pasado domingo. La disponibilidad de cifras y el análisis que se realiza permite también conocer con mayor amplitud lo sucedido. Van algunas preguntas y algunos hechos que, aislados pueden parecer pedazos de hilacho, pero se unen para mostrarnos la magnitud del triunfo moreno y de la catástrofe que asoló al partido del Presidente y también de los azulones:
Morena se hace con el control de la Cámara de Diputados en el Estado de México, cuando el gobernador Alfredo del Mazo ganó legítimamente (dicen) la elección en esa entidad hace un año y además Morena ganó ahora las alcaldías de todos los municipios alrededor de la Ciudad de México, incluidas aquellas que componían el tradicional cinturón azul (Naucalpan, Tlanepantla, Atizapán, Cuautitlán Izcalli), pero también Toluca, tradicional bastión de los tricolores, y más simbólico aún, Atlacomulco, el pueblo del actual Presidente de la República (el pequeño, pues) y además asiento de uno de los grupos políticos más relevantes y reconocidos del priísmo: El grupo Atlacomulco.
López Obrador fue el ganador de las elecciones en 30 entidades federadas; es decir, en todas, excepto Guanajuato y Nuevo León. Será la primera ocasión en la cual, en la época moderna, tanto el PRI como el PAN tendrán el menor número de legisladores federales, en ambas cámaras. Falta determinar cuántos de los candidatos, que se encontraban fuera de los radares políticos hubieran ganado si no se hubiera presentado la avalancha AMLO y éste no hubiera solicitado el voto masivo para Morena. Y todos estos triunfos se logran con un presupuesto mucho menor que aquellos con los cuales contaban tricolores, panuchos y los aliados de éstos; pues los recursos de Morena, PT y PES aunque muy importantes no alcanzaban los techos estratosféricos de los otros contendientes.
La reacción internacional resulta muy positiva y afuera destacan la fuerza de nuestra democracia por permitir esta alternancia. Ya hay fecha para una primera entrevista entre López Obrador y el Presidente brasileño y entre el mismo Andrés y el Vicepresidente gringo. Ya se programan también entrevistas con Trump y Macron entre otros mientras la Merkel y algunos más se suman a la lista de espera.
En Colima ya prevén algunos expertos la caída (por fin) de Arnoldo Ochoa ante su incapacidad para lograr acuerdos cuando actúa en inferioridad y sin poder usar la fuerza como acostumbra. Para lograr un entendimiento entre el Ejecutivo y el Congreso dominantemente moreno, se requiere alguien que sea político hábil y no un practicante de la política de la edad de piedra y el porrismo. Seguramente uno de los perdedores importantes es el gobernador Peralta, quien por dignidad debiera solicitar licencia a su puesto. Los colimenses lo reprobaron a él y por supuesto, a Fernando; de eso no puede haber duda: Morena y sus aliados triunfaron en todos los distritos locales, excepto el VI donde la contendiente era Reichi Moreno, sobrina de Fernando Moreno que fue el derrotado real.
Otros ex gobernadores sí ganaron posiciones (Silverio y Mario) y lo hicieron de la mano de la coalición que encabezó Morena y hoy se discute si las naranjas ganaron realmente la presidencia municipal de La Villa, que no de ser así, subiría también Gustavo al carro de ganadores con Morena.
En Comala, el PAN se alzó con la alcaldía. El que junta estas letras se equivocó al predecir como un hecho el triunfo de la candidata morena. La explicación: Los panuchos compraron una enorme cantidad de votos (algunos, públicamente y sin recato alguno). Pagaron 2500 pesos por cada uno, según la información que tengo, y los cooptados se comprometían a votar por Donaldo Zúñiga solamente; para los demás puestos en disputa, quedaban en libertad de votar por quien quisieran. Esa fue la única elección que perdió Morena en Comala. Ahora tenemos un virtual Presidente municipal de ocurrencias, cuyo triunfo no lo debe a la Virgen de Talpa sino a otros (¿Quiénes?). Ya comentaremos otros hechos. Hay mucho más que decir de esta jornada electoral y por supuesto, lo haremos luego.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.