Luego que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, el morenista Ricardo Monreal, dijera en una entrevista que Paco Ignacio Taibo II debía valorar el ofrecer una disculpa, el novelista y autor de la frase célebre “se las metimos doblada”, se retractó el mismo jueves 29 de noviembre:
“Lamento profundamente haber utilizado una frase desafortunada y vulgar y odiaría que se interpretara como una agresión a las causas feministas o de la comunidad gay, a las que he apoyado decididamente durante toda mi vida y con las que estoy claramente comprometido”, escribió en un tuit.
Respecto a la expresión pronunciada el miércoles por Taibo en la presentación de su nuevo libro en la FIL de Guadalajara, Monreal reconoció que “sí afectó, incluso en las Comisiones. Y, sí afectó en el ambiente de las mujeres, sobre todo, este tipo de cosas”.
“Creo que en ocasiones uno tiene expresiones que lastiman o se exceden del lenguaje común. Pero en todo caso, él es el que debe de valorarlos. Nosotros no debemos recomendar absolutamente nada”, declaró Monreal.
Con esta frase, el ex gobernador de Zacatecas se sumó a la interpretación sexual que hicieron panistas y priistas de una expresión que, en todo caso, debería juzgarse por lo que supone una sumisión del Legislativo al Poder Ejecutivo: cambiar una ley para que el presidente López Obrador pueda designar a Taibo director del Fondo de Cultura Económica.
NINGÚN CHILE LES EMBONA
Ya desglosamos en una entrega anterior lo que comentó sobre los dichos de Taibo la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez. Y en el mismo tono de ella, el priista Miguel Ángel Osorio Chong escribió en su cuenta de Twitter:
“Las palabras de Paco Ignacio Taibo II son reprobables, su conducta inaceptable y su designación al frente del FCE sería inadmisible. Insulta a las y los mexicanos y al prestigio de una institución dedicada a las letras y cultura”.
Es curioso, como secretario de Gobernación Osorio Chong nunca se ofendió por la crudeza verbal del entonces presidente Enrique Peña Nieto cuando dijo, en 2017, “no hay chile que les embone” a quienes lo criticaron porque se aprehendió a Javier Duarte, siendo que antes le reclamaban que no detenían al ex gobernador de Veracruz.
Priistas como Osorio Chong no deberían olvidar tampoco cuando su correligionario Humberto Roque Villanueva, entonces líder de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados, celebró en 1995 con un gesto obsceno que se usa para decir con señas “me los arremangué”, el aumento del IVA del 10 al 15 por ciento.
Especialmente cuando se quiso colar al proceso interno en la elección presidencial de 2000, el ex presidente nacional del PRI siempre negó que ese fuera con mímica el significado de “la roqueseñal”.
Volviendo a Taibo, la presidente de la Comisión de Igualdad de Género en la Cámara de Diputados, Wendy Briceño Zuloag, otra legisladora de Morena, también expresó a través de redes sociales su reprobación al “lenguaje machista, violento y discriminatorio de Paco Ignacio Taibo II”:
“En un contexto de violencia, discriminación y machismo, expresiones en ese tenor ya no deben tolerarse; menos cuando provienen de alguien que aspira a dirigir el Fondo de Cultura Económica, una institución donde se gesta el pensamiento, la crítica y la palabra desde México para el mundo”, aseveró Briceño, tras llamar a su vez a Taibo a disculparse.
LA CORRECCIÓN POLÍTICA
Otra vez, los compañeros morenistas de Taibo compraron la crítica de la oposición respecto a la supuesta violencia verbal de género, cuando el asunto de fondo es el perfil de Taibo como probable director del FCE y, en todo caso, el modelo de negocio que el escritor planteó a López Obrador para una paraestatal que concentre todas las funciones editoriales y de promoción de la lectura del Estado mexicano.
Como se sabe, el martes 27 de noviembre, durante la presentación de su más reciente libro en la FIL de Guadalajara, Paco Ignacio Taibo II dijo que si para el lunes 3 de diciembre no había pasado la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, “habrá un edicto del presidente nombrándome encargado de despacho mientras sale la ley. O sea, sea como sea, se la metimos doblada, camarada”, expresó el escritor.
El 21 de noviembre, las comisiones unidas de Igualdad de Género y Estudios Legislativos del Senado avalaron una reforma a la Ley Federal de las Entidades Paraestatales que permitiría que Taibo II dirija el Fondo. Sin embargo, la reforma debe ser ratificada por el pleno de la Cámara Alta para realizar los cambios al artículo 21 con los que se elimina la condición de que el titular de la FCE deba ser mexicano por nacimiento y no adquirir otra nacionalidad.
Ante la polémica, el Senado de la República frenó la discusión que tenía programada para hoy martes 4 de diciembre. La presidente de la Comisión de Igualdad de Género en el Senado, Malú Micher, informó que decidieron retirar el dictamen de la llamada “Ley Taibo” para discutirlo en días posteriores.
“El uso de este lenguaje normaliza la violencia contra las mujeres. Este lenguaje no contribuye al avance a la democracia ni al respeto a las diferencias”, señaló la legisladora de Morena.
SE DOBLA LA MANTA
Lo curioso es que la expresión «meterla doblada» no tiene en su origen una connotación vulgar, aunque en ciertos contextos se emplea de esa forma, concretamente en México.
A la pregunta de un usuario del buscador urgente de dudas de la Fundéu (la Fundación para Español Urgente que sostienen la agencia de noticias EFE y el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) con la asesoría de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), esta fue la respuesta:
“Una teoría sobre el origen está relacionada con la jerga militar, pues se referiría a doblar una manta con otra de forma que pareciera que solo hay una. Es una expresión coloquial, que debe evitarse en contextos formales, pero no es vulgar (aunque haya quien crea que sí lo es por posibles asociaciones sexuales de «meterla»)”.
En efecto, la Fendéu aclara que etimológicamente no hay una connotación sexual en la frase “se las meto doblada”. Pero en México el verbo ‘meter’, como el de ‘entrar’, tiene un patrón de lexicalización de tipo marco verbal, como dicen los lingüistas.
‘Meter’ es un verbo de movimiento que se lexicaliza en su contenido semántico y va adquiriendo significados nuevos, además del movimiento, la trayectoria, lo cual se expresa claramente en su definición más básica: “ir de fuera hacia adentro”.
En el español de México, ‘meter’, al igual que ‘coger’, tienen una connotación sexual porque el movimiento al que alude es el del miembro sexual que entra en la vagina o el ano.