Después de fallar el tercer strike, es lógico pensar que Nicolás Contreras fue ponchado en su aspiración de dirigir la Comisión Intermunicipal de Agua Potable Colima-Villa de Álvarez (Ciapacov).
Al gobernador Ignacio Peralta no le queda otra opción más que cambiar de terna, y presentar como cabeza de la misma (en caso que los otros dos vayan de relleno como lo fueron Oswy Delgado y Salvador Silva en ésta) a una propuesta de director más aceptable.
Esto, a menos que el ampáyer de este encuentro, el secretario de Planeación y Finanzas Carlos Noriega, tuerza el reglamento para imponer a Nico a pesar de que no logró la mitad más uno de los votos, contando los 30 consejeros presentes. Si lo hace, será a un alto costo político.
Contreras Cortés debe estar pensando que, de haber operado él su propia designación, no se le hubiera hecho bolas el engrudo como le pasó a Carlos Noriega cuando declaró clausurada la sesión del consejo consultivo sin desahogar el otro gran punto de la orden del día (aparte de la votación): el nombramiento del nuevo director del organismo.
Convocar al consejo para discutir la misma o una nueva terna en la que se repita el nombre de Nicolás Contreras, es una carrera contra el tiempo. El alcalde de Colima, Leoncio Morán, ya consiguió un acuerdo de Cabildo unánime para retomar el control municipal de este servicio público. Y el edil villalvarense, Felipe Cruz, anunció que convocó al ayuntamiento para votar una medida semejante el lunes 8 de abril.
Antes de que eso ocurra, el Ejecutivo local deberá proclamar el triunfo de Nicolás en la votación del consejo consultivo con base en supuestas facultades. Ello para que se cumpla la voluntad política del mandatario, y se demuestre que Nacho nunca pierde… y cuando pierde arrebata.
POLÍTICO SOBREVALORADO
Quiero creer que no es un capricho del gobernador Peralta ni una sobrevaloración del compromiso político que siente tener con Nico, a quien según los corrillos le había ofrecido la Secretaría de Educación como premio por el papel que cumplió como esquirol en la Legislatura pasada.
Dado el veto del sindicato magisterial que sigue controlando la SE para con el ex dirigente del SNTE 39, y en el contexto de un proceso de recentralización de la política educativa, resulta inviable designar a Contreras secretario de ese ramo.
Ciapacov parecía un gran premio de consolación para Nico, quien además garantizaba un manejo de las cuotas de agua favorable a las finanzas estatales, no a las municipales. Que el director del organismo responda al Gobernador y no a los alcaldes emanados de Movimiento Ciudadano, implica la posibilidad de que la Comisión Intermunicipal vuelva a ser caja chica de los candidatos de JIPS en 2021.
Por lo demás, alguien convenció al mandatario estatal que en la designación del director de Ciapacov está en juego su autoridad política, especialmente después del revés que sufrió su equipo con la revocación del nombramiento del ex consejero jurídico del Gobernador, Andrés García Noriega, y de los otros magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa.
Sin embargo, Nacho no tiene por qué jugarse el resto de su capital político con Nico.
QUISIERON MAYORITEAR
Peralta ya hizo todo lo que estaba a su alcance para colocar a Nicolás en Ciapacov, desde lanzar una campaña de medios para levantar la imagen de Contreras hasta convocar al Consejo Consultivo buscando mayoritear con los representantes de la sociedad civil y de la administración estatal a los miembros del Consejo de Administración.
A diferencia del multitudinario Consejo Consultivo, el de Administración lo integran fundamentalmente el titular del Ejecutivo, los dos alcaldes, un regidor de la mayoría y uno de la primera minoría de cada ayuntamiento, más los seis diputados de mayoría de la zona conurbada. De todos ellos, ¡y no se valen burlas!, el único priista es Nacho.
Para diluir la oposición a Nico en el Consejo de Administración se llamó a votar, en una interpretación muy libre del reglamento, a los consejeros consultivos, incluidos dos diputadas plurinominales del PRI que viven en Colima o la Villa, y a quienes creían aliados incondicionales del Gobernador: los empresarios.
De estos últimos, el representante de Coparmex votó en contra, el de la Canirac se abstuvo y el de la Canaco no se presentó, que es otra forma de negarse.
Los negociadores sólo consiguieron el voto del diputado de Morena Guillermo Toscano, pero la regidora amlover Perla Vázquez, que se supone había comprometido un sí, finalmente se abstuvo.
Como en Fuenteovejuna o, mejor dicho, como en El asesinato en el Oriente Exprés, todos hicieron su parte para frenar a Nico. Es un mensaje muy claro de la clase política –y de la clase empresarial a la que Nacho oye más que a la política– que el mandatario estatal no debería desatender.
¡NO TE ACABES CIAPACOV!
Más allá de la retórica política que se usó para combatir la designación de Nico y que, como observan algunos colegas periodistas, se contradice con la actuación de diputados y regidores en otras circunstancias, la batalla por la Ciapacov no está centrada en el perfil de Nicolás Contreras. El pleito es si el organismo debe recuperar su vocación municipalista.
Ciapacov lo aguanta todo. Ha tenido grandes administradores como don José Aguirre, que la convirtieron en el único organismo operador que trabaja con números negros en el estado; técnicos muy profesionales que lograron garantizar el abasto de agua por varias décadas; y también directivos sinvergüenzas que hicieron negocio lucrando con el subsidio a la cartera vencida o con los proyectos de saneamiento de aguas negras que, por cierto, dejaron hipotecado al pueblo de Colima sin que se esté cumpliendo la norma oficial.
Ciapacov tiene buenos ingresos, no por nada tiene una cobranza draconiana que castiga a los morosos con la suspensión del servicio –dada la poca presión en las redes, restringir el suministro equivale a cortar el agua porque el líquido no alcanza a subir al tinaco. Y esos ingresos deberían ser reinvertidos en la ampliación y la renovación de las redes.
La ciudad tiene un grave problema de alcantarillado: no tenemos las boca de tormenta suficientes para impedir que el agua de lluvia destruya empedrados y pavimentos e irrumpa en casas y comercios. Y tampoco tenemos una red pluvial que nos ayude a recargar los mantos freáticos, embalsando esos escurrimientos para facilitar que la precipitación se consuma en el suelo, como antes ocurría en los predios no urbanizados.
Locho debe buscar la municipalización del agua… mas no para usar sus ingresos como caja chica de una eventual campaña a la gubernatura. Si quiere utilizar políticamente el recurso, basta con que emprenda una intensa modernización de las redes de agua potable, drenaje y alcantarillado. Eso le daría los méritos políticos que requiere para ser un candidato competitivo.
Un desafío mayor sería transparente la adjudicación de la planta de tratamiento de aguas negras, o incluso recuperar el control del saneamiento para que cumpla con la normatividad ambiental.
Todavía en Colima y la Villa hay casas que vierten sus aguas negras directo al cauce del río. En los años 70 fue la última vez que se implementó un programa para conectar los drenajes de la zona ribereña a la red pública.
Y el estado de Morelos es buen ejemplo de plantas de tratamiento que están paradas por falta de electricidad, o que simulan limpiar el agua cuando en realidad la están vertiendo al río con altos niveles de sólidos contaminantes. Ojalá tuviéramos la certeza de que eso no pasa en la zona conurbada de Colima.
¿ES MEJOR PRIVATIZAR?
Hay una tercera posibilidad que se suma a la idea de que Ciapacov siga siendo un organismo descentralizado del gobierno del estado o que regrese a manos de los ayuntamientos: crear un organismo estatal que concentre a todos los operadores del agua.
Eso dejaría al Ayuntamiento del Manzanillo sin el control de los ingresos de la CAPDAM, pero obligaría a una autoridad que ha estado de adorno, como es la Comisión Estatal del Agua, a compensar los desequilibrios financieros que tienen prácticamente el resto de los organismos municipales.
Un punto intermedio en este camino a la concentración en manos del gobierno estatal, sería crear un organismo metropolitano operador del agua en la zona norte de la entidad.
La idea, dicen algunas voces, seduce a quienes pretenden privatizar el servicio: que una empresa tenga como mercado a Colima y Villa de Álvarez no es atractivo para un inversionista particular, pero sí lo sería vender servicios de suministro y manejo de agua a los habitantes de cinco municipios.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna también se puede leer en: www.carvajalberber.com y sus redes sociales.