PROFETA EN SU TIERRA

Manuel Bautista Fuentes, el artista plástico comalteco presentó su obra Bautista Comala el pasado sábado de gloria en el Auditorio Juan Rulfo en la capital del ponche, pan y café y en el marco de la feria dedicada a esos tres productos de tanto arraigo entre nosotros. Y el resultado del acto permite afirmar que Manuel resultó profeta en su tierra, porque la mojó de luz y de color.

Se trató de un evento cargado de emotividad. El que junta estas letras había tenido la oportunidad de asistir en enero pasado a la presentación de la misma obra, que tuvo lugar en Guadalajara, en las instalaciones de PALCCO (donde se encuentra un mural de su autoría: El Legado de los Diez Dioses). Aquel fue un evento exitoso que algunos de los asistentes tuvieron que presenciar de pie porque los lugares fueron insuficientes. A pesar de que el tiempo y otras circunstancias no acompañaron entonces, fue una presentación exitosa y cargada también de emotividad, pero en Comala, las emociones y el afecto mostrados al artista, fueron mayores: Se le hizo sentir a Manuel como una parte de la sociedad local, como uno más de los hijos exitosos de Comala (y claro, lo es). Estuvo su familia, estuvimos sus amigos, estuvimos los de Comala, su pueblo, y algunos más.

Al final, un mariachi se presentó en el Auditorio y alegró la noche. La velada musical comenzó con un corrido dedicado por Benjamín Cruz Asencio al propio Bautista, después cantó el mismo Manuel y luego ya vinieron el Camino Real de Colima y otras muchas piezas de las nuestras y de otros, pero con arraigo entre nosotros. Y la velada continuó al calor de los vasos con ponche. El calor era humano.

En las instalaciones del propio Auditorio se montó una exposición temporal con obras de su autoría (que estará abierta hasta el viernes), donde además se exhibe otro trabajo suyo, Añoralgias, de modo permanente. El objeto de la obra presentada es celebrar los primeros 30 años de su trayectoria como artista del trazo y del color, y da cuenta de su camino y de su evolución transmitiendo emociones a quienes ven su obra. Las fotografías que ilustran el libro siguen la evolución del artista en las distintas técnicas que ha abordado (siempre con éxito) en un caminar que llega ya a tres décadas. Nos permite observar una selección de obras que resultaría imposible ver juntas, porque los murales resultan muy difíciles de transportar.

El acto, sin embargo, pudo resultar mejor si se hubiera realizado una promoción adecuada del mismo, pues quedaron lugares vacíos en el Auditorio y éstos debieron haberse llenado. El anfitrión fue el Ayuntamiento comalteco y eran contados los empleados del mismo que se encontraban presentes, cuando se hubiera supuesto que muchos se hubieran dado cita en el mismo. Y es que el propio Presidente municipal, don Aldo Zúñiga no fue; el Secretario del Ayuntamiento llevaba su representación, y lo disculpaba alegando problemas de agenda, pretexto que mueve a la risa, pues ningún funcionario puede tener ese pretexto, y menos aún en un día como ese; habría que considerar, además, que el acto fue programado por el propio Ayuntamiento con mucha anticipación, lo cual significaría, con toda lógica, que la agenda del presidente debió considerar ese preciso acto. Eso es lo que debiera haber quedado anotado en la agenda del presidente y otro compromiso (si hubiera surgido), no debió anotarse.

Muchas veces se ha afirmado que don Aldo ama la fiesta y así se ha demostrado, pero no tiene compromiso con la cultura ni con los comaltecos y aquí, una vez más queda demostrado. Un evento como el que se llevó a cabo, no se celebra todos los años y el presidente debió haber asistido. Y no por su persona, sino por su investidura. Sabíamos que no entiende el arte ni la política, ahora sabemos que las desprecia y, además, que carece de sensibilidad (y de interés).

El que junta estas letras es nadie para desagraviar al artista y no pretende hacerlo, pero sí alza la voz para denunciar la desatención de la cual fue objeto. Era un día de fiesta para los comaltecos, pero no para su presidente. Pasarán los años y Manuel continuará presente entere nosotros por su obra y sobre todo por su valor humano. El presidente no será recordado, o al menos no será recordado con afecto. Su obra hasta ahora es nula, y su valor humano ha quedado en entredicho varias veces. Para Manuel, las cosas mejorarán con el tiempo, de eso no tengo duda, porque cada vez será mejor artista. Para don Aldo, las cosas empeorarán con el tiempo, de eso tampoco tengo duda, porque cada vez se nos muestra como un peor presidente. Y el mundo y los acontecimientos son tan necios, que la razón siempre termina por imponerse, eso lo sabemos todos.

Y mientras, la feria continúa y los problemas que genera a los comaltecos, también. Falta que hagamos el balance final. Sin embargo, cabe destacar que el juicio del pueblo, ya se dio.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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