Da para mucho la propuesta del coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, el diputado Vladimir Parra Barragán, quien presentó la iniciativa de reforma a la Ley de Movilidad Sustentable del Estado de Colima, con la finalidad de que se otorgue el descuento estudiantil del 50 por ciento al transporte público con cualquier credencial de estudiante, de instituciones públicas y privadas, no solamente con la emitida por la Federación de Estudiantes Colimenses (FEC).
El golpe fue duro para la FEC, sin duda. La respuesta fue una campaña de promoción de las acciones positivas de esta federación en diversos medios de comunicación, con publirreportajes en las que ensalzaban sus programas de apoyo, en especial las casas de hospicio a estudiantes foráneos, y declaraciones del presidente de esta organización de jóvenes, en las que ha pedido que antes de realizar cambios se consulte a todos los involucrados en dichos transacciones, anticipando que la estructura gremial de los transportistas está íntimamente ligada al priismo estatal.
La Ley de Movilidad especifica que solamente se accede al descuento estudiantil con la credencial de prepago emitida por la FEC, por lo que la propuesta en el Congreso del Estado “contempla quitarle la exclusividad y que el descuento se otorgue con cualquier credencial emitida por un centro educativo, ya sea público o privado, logrando que las y los estudiantes tengan la opción de elegir por la credencial de la FEC o por la que le otorga su escuela de manera gratuita”.
El comunicado del Legislativo añade que, “con la iniciativa no se invalida la credencial de prepago, ya que continuaría en funcionamiento”, pero, siendo sinceros, ¿quién querrá pagar por una credencial que caduca cada año y debe pagarse por renovar, siendo que te otorgará los mismos beneficios que la credencial escolar gratuita? La desventaja que enfrenta la FEC es demoledora.
Ante el peligro de que los clientes cautivos de la FEC ya no lo sean más, Joel Nino Jr., presidente de esta federación, deambuló por las cabinas de medios locales con la intención de dignificar las acciones de un organismo que parece haberse quedado atrapado en los años ochenta, época del inicio del neoliberalismo en México, cuando la mayoría de la población obedecía a una sola figura partidista (el PRI), lealtad a la que la FEC históricamente se ha negado a renunciar, y por la que ahora está metida en un predicamento.
La cruz de la FEC ha sido la alternancia en el Poder Legislativo, mismo que ya no protege los intereses de una de las fuerzas básicas priistas más constantes de las últimas décadas en nuestra entidad, brazo movilizador de eventos masivos, en especial durante las campañas electorales, y que siempre ignoró aquellas voces estudiantiles que pugnaban por la pluralidad política de los jóvenes, aquella que se vio reflejada en las urnas con la llegada de la 4T.
Con la Cuarta Transformación llegó, por ejemplo, un diputado como Parra, quien no le debe nada a la FEC y propone lo que es justicia administrativa, social, y básicamente un eje central de la Mejora Regulatoria: que cualquier estudiante pueda acceder al descuento del transporte sin ser paqueteado en el redil del organismo estudiantil satélite del tricolor.
El marcador: Vladimir 1 FEC 0.
Con gol que no es de VAR, sin riesgo de offside.