Con la complicidad más que evidente del grupo fifí colado a MORENA en Colima por la cercanía de Cesar Yáñez con López Obrador, que fue sorprendido con el reparto de candidaturas en el Congreso y en los municipios; el grupo político que sostiene al gobernador Nacho Peralta, hace cálculos para seguir en el poder del gobierno estatal, del congreso y de los municipios. Por eso, este contubernio entre los operadores políticos del sistema priista local y esta facción que lidera la diputada federal Claudia Yáñez, no iba a dejar pasar la oportunidad de reventar las asambleas distritales el domingo 27.
Seguí con mucho interés el desarrollo de las asambleas distritales e hice consultas directas con amistades que militan desde su fundación en MORENA. De tal manera que confirmé lo que señalo en el primer párrafo de este artículo. Que esa alianza oscura y con tufo de traición a AMLO, del grupo divisionista que a nivel nacional encabeza Yeickol Polanzky, y aquí en Colima la diputada federal Claudia Yáñez, optarían por reventar las asambleas, en vez de acudir a ella con sus seguidores y debatir con los otros aspirantes a consejeros distritales de Morena. Esto es lo que debe hacerse, es lo que se hace en todos los partidos, es decir, confrontarse internamente, con altura, con nivel, con trabajo organizacional.
Las asambleas distritales de MORENA el domingo, son reveladoras de lo que habrán de enfrentar los militantes constituyentes y afiliados históricos de este partido, una guerra por todos los medios y con aliados traidores que con relaciones de familia, quieren hacer lo mismo que hicieron ya mal, es decir, controlar candidaturas para que se reproduzca el fracaso que significan muchos de los legisladores locales y federales que el clan Yáñez Centeno impuso valiéndose de su hermano que era cercano al hoy presidente.
Algunas de mis fuentes, que alimentaron lo que yo mismo vi en videos dirigidos y mal intencionados, me comentaron que en la asamblea del Distrito I, el presidente del partido, Sergio Jiménez Bojado, que obedece al grupo de Yáñez Centeno y a la Yeickol Polansky, solo estuvo acompañado por dos o tres agitadores y que portaba en la mano un papel alegando que deberían votar quienes fueron agregado masivamente con el afán de controlar el Movimiento, y decidir candidaturas. Cuando vio que la gran mayoría respaldó el orden del día democrático, se enfureció. Y espetaba aquí y allá improperios y adjetivos no dignos de un Presidente de partido.
Evidentemente se trató de violentar y hacer fracasar la asamblea de elección de consejeros distritales, pero en Colima los afiliados acreditados legalmente, le dieron un portazo en las narices al clan elitista y de mediocre trabajo político que representa el propio presidente del partido y quienes lo controlan. No pasaron y fueron terriblemente derrotados quienes debieron trabajar para más y enfrentar más dignamente a sus adversarios, y no en la penosa forma en que lo hicieron: a gritos y convocando a la violencia.
Queda claro, que los aliados del grupo del gobernador, es decir, los Yáñez Centeno, con su dirigente a modo del partido, Sergio Jiménez Bojado; no tienen trabajo político con las bases, y como dice un conocido que estuvo presente: fue derrotado por un grupo de jóvenes que les enseñan el trabajo con las bases y el activismo político, de contacto con la militancia.En Manzanillo, también seguí de cerca la asamblea estatal y fue el mismo montaje de reventar el acto, que no funcionó en Colima, pero acá si les operó, pero seguramente por unos días, nomas, porque la asamblea tendrá que reeditarse por ley. Como ocurrió en el Distrito I, donde se identificó a un grupo golpista de no más de cinco que llevaba Sergio Jiménez Bojado; en Manzanillo causó más daño la intentona golpista, tanto que se reventó la asamblea.
Todo estaba preparado para que los golpistas, reventaran la asamblea, y así fue. Pero también acá están identificados, y las pistas llevan hasta traidores de MORENA y actores políticos del régimen de la corrupción pasada que pretenden recuperar para sus aviesos fines, la gobernabilidad de Manzanillo. No pasarán.
PUNTO Y RAYA
Latinoamérica se tiñe de izquierda esperanza. Los triunfos contundentes. De la izquierda en Argentina, Bolivia, Uruguay, y las protestas enérgicas del pueblo chileno, nos muestran una revitalización de la Izquierda política en el Sur. El neoliberalismo está dando sus últimos estertores, sin duda; pero para que el golpe sea mortal, es necesario que estas democracias esperanzadoras, realicen las reformas estructurales que orienten a sus Estados hacia la justicia, la libertad y la democracia. En estas anda nuestro país con el presidente AMLO. Así cómo está ocurriendo en el Sur, debe ocurrir en las entidades donde han fracasado los gobiernos derechistas o neoprianistas, para decirlo más exactamente. Y Colima está en la espera de contar con un. Gobierno social, de izquierda, que ponga fin al enriquecimiento de los gobernadores, a las raterías y a la casi eterna mafia política. Esto va a ocurrir en el 2021, es inevitable, para bien de los colimenses. Hasta la próxima.